Falcón señaló: “Nosotros desconocemos este proceso electoral categóricamente. No es válido ni cierto. Para nosotros no hubo elecciones. Hay que hacer nuevas elecciones en Venezuela”, y propuso como fechas octubre o diciembre próximos.

Maduro rechazó la posición de Falcón: “No se había visto nunca en la vida que un candidato desconociera los resultados, sin que los resultados se hubieran dado, parece que no hay honor, no hay que buscar mucho de honor y de moral en filas opositoras”.

La elección, que tuvo una participación de 46% con 92% de actas contadas -la más baja en la historia del país-, estuvo marcada por denuncias de “chantaje” por parte de Falcón y el candidato del tercer lugar, el pastor evangélico Javier Bertucci.

Falcón y Bertucci denunciaron que Maduro coaccionó a los electores con los “puntos rojos”, carpas donde el partido socialista registró a los votantes a través de un carné necesario para recibir ayuda social.

Bertucci, por su parte, pidió al ya reelegido presidente repetir las elecciones y señaló que “este país le quedó grande al candidato oficialista” y llamó al país a no perder la esperanza: “Le hago un llamado: lo más valiente que puedes hacer por Venezuela, es repetir las elecciones y dejar que esta nación renazca”.

Insistió en que Maduro tuvo “ventajismo” al ofrecer ayudas sociales con “los recursos del Estado” y al utilizar “los puntos rojos” para tratar “de comprar” y ofrecer “descaradamente bonos y dineros a las personas que votaban”.

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Entre tanto, el recién reelegido Maduro convocó a los tres candidatos derrotados y a los líderes promotores de la abstención a un diálogo para atender las diferencias y hacer frente a la crisis del país: “A Henri Falcón, a Javier Bertucci (…) a todos los líderes de la oposición que nos reunamos, nos encontremos y hablemos de Venezuela, los invito aquí y asumo la responsabilidad de este llamado”.

Por su parte, las alianzas opositoras Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y Frente Amplio llamaron a la abstención por considerar que estos comicios eran fraudulentos y consiguieron que los centros electorales estuvieran desolados. Los voceros del Frente aseguraron que la participación de este domingo en “esta farsa electoral” no llegó a 30 %.

Falcón se lanzó en contravía del llamado a boicot de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que promovió la abstención por considerar la elección una “farsa” para perpetuar a Maduro.

El Frente Amplio, que agrupa activistas de la MUD y organizaciones sociales, había pedido a Falcón y a Bertucci “desconocer” un resultado que ya estaba “cocinado”.

La presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, anunció los resultados tras un brevísimo discurso en el que pidió “a todos y todas” a “nacionales e internacionales” que “respeten los resultados electorales, que respeten al pueblo de Venezuela que decidió y decidió en paz”. En algunos sectores de Caracas, bastión opositor, se escucharon cacelorazos en protesta.

Antes de que finalizara la jornada electoral tanto Falcón como Bertucci denunciaron que a lo largo del día se registraron más de mil violaciones a la ley electoral cometidas por el chavismo gobernante. Señalaron al oficialismo de “comprar votos” al ofrecer a bonos a los votantes que reportaran con el llamado “carné de la patria” haber sufragado por el candidato chavista, una tarjeta de identidad, que contiene una megadata de los electores.

También aseguraron que el chavismo practicó el “voto asistido” al acompañar a cientos de votantes a sufragar, lo que sería una participación bajo coacción.

Como parte de las irregularidades denunciadas por los opositores, los centros electorales permanecieron abiertos hasta dos horas después del cierre formal de la votación para ejecutar un “acarreo de votos”.

Con una oposición dividida y sus principales líderes inhabilitados o presos, y con un vasto poder institucional con los militares al frente, Maduro tenía según analistas obtendría de seguro su segundo mandato, que comenzará en enero de 2019 pues los comicios fueron adelantados.