El servicio de protección civil local emitió el reporte luego del segundo día de búsqueda de cuerpos y rescate de sobrevivientes entre las edificaciones destruidas por el movimiento telúrico.
Entrada la noche del domingo 15, también se informó que los heridos son más de 5.700 y que los hospitales no dan abasto para atenderlos a todos.
El más reciente informe había hablado de 724 decesos y cerca de 2.800 heridos, lo que da cuenta de la magnitud de la tragedia.
Sin embargo, los esfuerzos para ayudar a los afectados podrían verse obstaculizados a medida que se acerca la tormenta tropical Grace, con la posibilidad de que se produzcan lluvias torrenciales e inundaciones, según avisó el servicio meteorológico de Estados Unidos.
El Ministerio de Salud de Haití envió personal y medicamentos a la península del suroeste en la que se produjo el temblor, pero la logística de emergencia se ve comprometida por la inseguridad que asola la región desde hace meses.
La única carretera que hay desde Puerto Príncipe, la capital, atraviesa en poco más de 2 kilómetros el barrio pobre de Martissant, que está bajo el control de bandas armadas desde principios de junio, impidiendo la libre circulación.
Ariel Henry, primer ministro de la nación antillana, declaró el estado de emergencia durante un mes en los 4 departamentos alcanzados por la catástrofe y agradeció el apoyo de la comunidad internacional.
“Queremos dar una respuesta más adecuada que la del terremoto de 2010. Toda la ayuda que venga del exterior debe ser coordinada”, exigió, al tiempo que llamó a sus conciudadanos a la “unidad nacional”.
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