Gustavo Petro, que llegó más de una hora tarde al recinto de la reunión en Washington, donde representantes de 34 países lo estaban esperando, se metió de nuevo con sus opiniones en los asuntos internos de Perú.

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Y lo hizo para rechazar la detención en la que se encuentra Pedro Castillo, que cuando era presidente del país inca quiso dar un golpe de Estado cerrando el Congreso, organismo que lo destituyó de inmediato y por lo que fue capturado cuando intentaba huir a la embajada de México en Lima.

Pero eso no fue todo, ya que también pisó otros callos, pues propuso “rehacer la carta democrática”, “arreglar cuentas” entre los integrantes de la OEA  y abogó por Venezuela y Cuba, pese a estar bajo el yugo de respectivos regímenes dictatoriales.

“Claro que me interesa y estoy luchando porque Venezuela reingrese al sistema interamericano de derechos humanos. Y claro, deberíamos conversarlo con Cuba, que nuca estuvo”, comentó.

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“Pero no miramos Perú, ¿no hay allí un presidente preso sin sentencia judicial, sin sus derechos políticos? Es decir, en contravía de la carta democrática, se pueden echar presidentes electos porque sí”, reclamó.

E insistió: “Dice la carta democrática que solo una sentencia judicial de juez penal quita derechos políticos. Entonces, ¿por qué le están quitando derechos políticos al pueblo, sino hay sentencia judicial?”.

Esas palabras hicieron que Gustavo Adrianzén, embajador peruano ante la OEA, se saliera del auditorio sin que Petro hubiera terminado, acto en forma de protesta, pues Perú le ha pedido insistentemente que no se entrometa en sus asuntos internos.

En video, la intervención de Gustavo Petro:

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