Todo comenzó cuando el conductor se bajó para inspeccionar un vagón, el domingo por la noche. Ahí el gigante, propiedad de la minera BHP, comenzó a andar solo en un alocado recorrido.

No se sabe cómo pudo ponerse en marcha y avanzar por una vía que enlaza Newman y la ciudad costera de Port Hedland, en el estado de Australia Occidental.

BHP decidió, por seguridad, hacer descarrilar el tren antes de que llegara a Port Hedland. Nadie resultó herido en la operación, que, sin embargo, dañó 1.500 metros de vía.

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Unas impresionantes imágenes divulgadas por el diario The West Australian muestran los vagones amontonados a lo largo de la vía, algunos parcialmente hundidos en su carga ocre.

La oficina australiana de seguridad de los transportes anunció que se abrió una investigación para averiguar cómo pudo avanzar el tren sin maquinista.

Por su parte, la compañía avisó que echaría mano de sus reservas de hierro para abastecer a los clientes.