Durante las últimas semanas, las autoridades sanitarias francesas han reportado un descenso importante en la cifra de casos de contagio diagnosticados y muertes asociadas al virus. Además, del aumento en el número de pacientes recuperados.

No obstante, Olivier Véran, ministro de Sanidad, enfatizó que levantar esta medida el 23 de mayo, como estaba previsto inicialmente, “sería prematuro” e indicó que se prolongará hasta el próximo 24 de julio.

El objetivo es “reforzar el marco jurídico” y “ampliarlo” para “integrar los desafíos del desconfinamiento”, que debe comenzar en ese país el lunes 11 de mayo, añadió el jefe de la cartera sanitaria.

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Verán, por otro lado, también señaló que con la extensión del estado de emergencia se precisarán principalmente las condiciones de cuarentena impuestas a las personas que lleguen a Francia y que estén contagiadas con el brote en la actualidad.

“Vamos a tener que vivir un tiempo con el virus y aprender a convivir con él. Este es el desafío de los próximos meses”, manifestó el ministro del Interior de ese país, Christophe Castaner.

De acuerdo con el último balance oficial, en Francia se registran hasta el momento 24.594 decesos derivadas del COVID-19 y más de 160.000 contagiados confirmados, siendo uno de los países más golpeados por la pandemia.