California, el estado más poblado y también uno de los principales productores de petróleo de Estados Unidos, se convertiría en el primero en detener toda extracción en algunos años.

La prohibición de la fractura hidráulica, que representa aproximadamente el 2 % de la producción de petróleo del estado, será implementada por la agencia local de gestión de recursos naturales, que dejará de emitir nuevos permisos a más tardar en enero de 2024.

Junto con esta medida, el gobernador Newsom pidió a la agencia que monitorea la contaminación del aire que examine formas de “detener gradualmente la extracción de petróleo en todo el estado a más tardar en 2045”, dijeron sus servicios en un comunicado.

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Este objetivo se relaciona con los esfuerzos de California para combatir el cambio climático, entre los cuales figuran la meta de alcanzar la “neutralidad en carbono” para 2045 y la decisión de Newsom de prohibir la venta de vehículos nuevos desde 2035.

“La crisis climática es real y seguimos viendo sus señales todos los días”, dijo el gobernador demócrata. “Como nos estamos moviendo rápidamente para descarbonizar nuestro sector de transporte y generar un futuro más saludable para nuestros niños, dejé en claro que no veía la utilidad de la fractura hidráulica en el futuro y, de manera similar, creo que California debe poder pasar a la era post-petrolera”, explicó.

La fractura hidráulica implica la extracción de petróleo y gas atrapados en el subsuelo mediante la inyección de fluidos a alta presión para fracturar rocas, método que actualmente tiene algunos proyectos piloto en Colombia.

Los costos ambientales y de salud producidos por ese método están cada vez más documentados, entre ellos la generación de terremotos y los altos niveles de contaminación del aire y el agua cerca de las granjas, con consecuencias para la salud de los residentes, en particular asma o cánceres. Las fugas de metano a la atmósfera refuerzan a su vez el calentamiento global.