Se trata de Mir Nazir, que le contó su dramática historia al diario británico The Times. El afgano aseguró que estaba viendo a su familia morir de hambre y que, por eso, decidió vender a su hija de 4 años, a pesar del dolor que le causa.
Nazir explicó en el mismo medio que, además de la pequeña que vendió, otras 6 personas dependen económicamente de él y que luego de salir de la policía porque los talibanes tomaron el poder, no tiene con qué alimentarlos.
El expolicía afgano agregó al rotativo inglés que a pesar de que es una situación muy difícil y que preferiría morir antes de vender a su hija, eso no soluciona nada, e incluso cree que de esa manera la pequeña, llamada Safi, puede tener un mejor futuro.
“Preferiría morir antes que quedarme reducido a vender a mi hija, pero mi propia muerte no salvaría a nadie de mi familia. ¿Quién alimentará a mis otros hijos? No se trata de elección. Se trata de desesperación”, expresó el hombre de 38 años a The Times.
So fast is the rush to sell and flee amid Afghanistan's diminishing economy that Jada-e Maiwand, a bazaar, has spilt from its usual confines onto the banks of Kabul's River
This is where @A_Loyd_Times found a father trying to sell his 4-year-old daughterhttps://t.co/xdjjuhKNzW
— The Times (@thetimes) September 9, 2021
Mir Nazir detalló que recibió la oferta de un negociante que no tiene hijos y es dueño de una tienda en Jada-e Maiwand, una de las vías más importantes del centro antiguo de Kabul (capital de Afganistán).
El sujeto le ofreció al inicio 20.000 afganis, es decir unos 900.000 pesos colombianos, pero que él le pidió más porque valora la vida de su hija y la situación económica es apremiante. Al final, Nazir recibió 50.000 afganis por vender a su hija, un poco más de 2 millones de pesos.
“Puede que tenga un mejor futuro trabajando en una tienda que si se queda conmigo, y el precio puede salvar a mi familia”, indicó el expolicía afgano y añadió que llegó a un acuerdo con el dueño de la tienda que consiste en que podría “volver a comprar” a su hija si conseguía el dinero en un futuro.
“Trabajar, sin tener lo suficiente para pagar las facturas, y volver a casa para ver a su esposa e hijos tener más hambre mientras usted se endeuda cada día sin ninguna esperanza de que las cosas mejoren es una forma de dolor y preocupación tan mala como la guerra. No crea que no amaba a la niña que traje al mundo, la he amado desde entonces, no crea que no estoy angustiado con la idea de vender a mi hija, simplemente no puedo ver qué más puedo hacer”, finalizó Nazir en The Times.
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