Cuando sucedió el hecho, los feligreses ofrendaban la pirotecnia apagada.

“Algo salió mal y explotaron (…). En el lugar hubo cuatro muertos”, entre ellos dos niños de 11 y 12 años, informó a la prensa Gabriel Bastarrachea, coordinador de Protección Civil local.

Otra persona murió durante su traslado y otras tres cuando eran atendidas en un hospital, entre ellas dos menores de edad. Medio centenar de personas resultaron heridas.

El artículo continúa abajo

Según las primeras indagatorias, en la explosión se consumieron 11 kilos de pirotecnia. Tras la tragedia, la iglesia suspendió los festejos que tenía programados.