“De acuerdo con los análisis de laboratorio practicados en las últimas horas al expresidente Evo Morales Ayma, se le detectó COVID-19″, señala un comunicado difundido en Facebook por la radioemisora, con sede en la región del principal bastión político y sindical del exmandatario.

La comunicación replicada por esta radio, en la que Morales conduce un programa los fines de semana después de regresar a su país, señala también que el exgobernante “se encuentra estable y está recibiendo el tratamiento y la atención médica que el caso aconseja”.

La incógnita sobre la salud del exmandatario boliviano ha sido motivo de polémicas desde este pasado lunes por la noche cuando algunos medios locales difundieron la versión de su posible contagio, a raíz de la visita que hizo a una clínica privada en Cochabamba.

Evo Morales dice que se siente bien

“Agradezco a tantas personas que se preocupan constantemente por mi salud y bienestar. Gracias a Dios, a la Pacha (Pachamama) y a tantas muestras de solidaridad de nuestro pueblo me encuentro muy bien”, escribió Morales en Twitter tras las primeras sospechas de haberse contagiado.

Sin embargo, este martes pasado al mediodía, Morales acusó a un diario boliviano de hacer periodismo “dañino y mezquino” porque consideró que “especula” con su estado de salud, en lo que parecía descartarse el contagio.


Más adelante la duda volvió a aparecer cuando en otro mensaje agradeció a algunos periodistas y medios por la “preocupación” que mostraron por su estado de salud.

Morales, que también es presidente del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS), se suma a la lista de algunas autoridades del Gobierno del presidente Luis Arce que se contagiaron con el virus, como los ministros de Defensa, Exteriores y Obras Públicas.

El exmandatario se ha caracterizado desde su llegada a Bolivia el pasado 9 de noviembre por mantener una intensa actividad con viajes, ruedas de prensa y convenciones de su partido en distintos departamentos del país sin necesariamente tomar los cuidados de bioseguridad como el uso de tapabocas o el distanciamiento personal.

Bolivia afronta una segunda ola de contagios por la pandemia de COVID-19 que ha llegado a superar los 2.000 casos diarios a semejanza de lo que aconteció en julio y agosto pasado, aunque esta vez sin restricciones totales o parciales en las actividades.

Los muertos desde la detección de los primeros casos de la enfermedad son 9.454 y 176.761 contagios confirmados, tras reportarse este martes 1.473 nuevos positivos y 39 decesos.