El caso le ocurrió a una enfermera de 30 años en Sao Paulo, Brasil, que gozaba de buen estado de salud y el día de su boda completaba 6 meses de embarazo. El motivo de la muerte: derrame cerebral, destaca El Español.

Minutos previos a que la novia entrara a la iglesia, su novio Flavio Gonçalvez, un bombero de 31 años, relata el portal Perfil, la esperaba con los nervios típicos de esta situación dado que estaba tardando demasiado en llegar; en vez de su prometida, quien entró corriendo fue una prima de la novia pidiendo ayuda y anunciando que la próxima a contraer nupcias se había desmayado.

Gonçalvez narra, citado por Perfil, que abrió la puerta del auto y ella estaba acostada, pero recuperó la conciencia para hablar con él: “Le dije: ‘Bebé, estoy aquí’”, comenta el bombero.

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La mujer le dijo que todo estaba bien, pero que tenía un fuerte dolor en la parte trasera de la cabeza: “En ese momento me convertí en rescatista, como lo he sido durante 7 años con el departamento de bomberos; la saqué de la limusina, le di los primeros auxilios y pedí ayuda a mis amigos bomberos que estaban allí, como invitados”, destaca el medio.

El diario británico The Sun señala que Guedes fue llevada al hospital de maternidad de la ciudad y después, por la seriedad de su condición, fue trasladada al más especializado Pro Matre Paulista Maternity Hospital, una clínica privada.

El informe médico dice que la mujer tuvo un derrame cerebral y experimentó preclamsia y hemorragia interna, lo que obligó a los cirujanos a removerle el útero, luego de hacerle una cesárea de emergencia para sacar al bebé.

La bebé nació con vida, pero su madre murió poco después, luego de que los galenos le diagnosticaron muerte cerebral.

Por el momento, la neonata, de nombre Sophia, permanecerá en el hospital por lo menos durante dos meses más, mientras se recupera y gana un poco de peso, debido a que por lo prematuro de su nacimiento pesó tan solo 2 libras y midió 34 centímetros, informa The Sun.

En cuanto al novio, quien prácticamente quedó viudo antes de casarse, dice que ha llorado tanto como en una película triste, pero en la ficción, cuando uno sale del cine se acaba la tristeza, mientras que a él su triste historia lo seguirá toda la vida.

Sus compañeros hicieron una colecta equivalente a 84 millones de pesos para ayudar a cubrir los gastos médicos de la madre fallecida y de la bebé en recuperación. La madre donó sus órganos y ya fue sepultada.