Sin embargo, la acción del hombre de 26 años habría podido evitarse de no haber sido porque la Fuerza Aérea no alertó a las autoridades sobre el pasado violento del asesino, que había agredido a su pareja y a su hijastro, que quedó con una grave herida en la cabeza. Por ese hecho fue condenado en 2012, recuerda The New York Times.
Si se hubiera hecho el registro adecuado de esos antecedentes, Kelley no habría podido comprar las poderosas armas con las que atacó la Primera Iglesia Baptista, en lo que es la masacre más grave en toda la historia del estado de Texas.
Ann Stefanek, portavoz de la Fuerza Aérea, dijo:
“La información inicial indica que el delito de violencia doméstica de Kelley no fue ingresado en la base de datos del Centro de Información Nacional Criminal”.
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Por su parte, la tienda de armas Academy Sports confirmó el lunes que Kelley compró 2 armas en ese establecimiento después de aprobar los antecedentes federales de este año y del anterior. Sin embargo, aún no se sabe si esas armas fueron las que usó para la masacre del domingo, agrega The Washington Post.
Por todo eso, queda en evidencia el error de la Fuerza Aérea que, siguiendo órdenes del Pentágono, debe asegurarse de que los antecedentes de violencia de cualquier persona sean reportados al FBI.
Por el caso, Heather Wilson, secretaria de la Fuerza Aérea, y el general David Goldfein, jefe de personal, anunciaron la apertura de una investigación.
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