En su entrevista con CNN, emitida el miércoles en la noche, Zuckerberg dijo:

“Este fue un gran fallo de confianza, y realmente lamento que haya sucedido”.

También hizo énfasis en algo que ya había mencionado en el comunicado que publicó ese mismo día más temprano al asegurar que su empresa, una de las más grandes del mundo, tiene la responsabilidad “básica” de proteger los datos de todas las personas que usan la plataforma.

Por eso, se comprometió a restringir el acceso de los desarrolladores a ese tipo de información, y una vez más lamentó no haber hecho nada a tiempo para evitar la filtración de los datos, que ha hecho que su empresa, que ha sido alabada incontables veces en todo el mundo, haya perdido casi el 10 % de su valor en los últimos días.

De igual manera, se mostró dispuesto a testificar ante una comisión del Congreso de Estados Unidos por el escándalo, tal y como se lo han pedido legisladores en ese país y en Reino Unido. Según dijo, su compañía tratará de designar para esa función a la persona que tenga más conocimientos al respecto, y agregó que si es él, estará “feliz” de ofrecer la explicaciones pertinentes.

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Vale la pena recordar que a pesar de que Facebook tiene varios abogados en Washington, Zuckerberg nunca ha testificado ante el órgano legislativo. En parte por eso, muchas personas han criticado al fundador de la red social por “esconderse” (así lo dijo un parlamentario británico) detrás de su muro de Facebook, tal y como ocurrió el miércoles en la tarde.

A pesar de que por fin dio la cara, en Reino Unido lo miran con recelo. Por ejemplo, el Ministro de Cultura de ese país, Matt Hancock, dijo citado por The Guardian:

“Mark Zuckerberg se ha disculpado y dijo que harán algunos cambios, pero francamente no creo que esos cambios vayan lo suficientemente lejos”.

Según Newsweek, en la entrevista con CNN, Zuckerberg trató de cuidar su imagen de “joven empresario bien intencionado” (algo que, dicho sea de paso, le ha dejado muchos réditos) que fue atrapado por fuerzas malignas (claramente no se refiere a su propia plataforma, dueña de los datos de más de 2 mil millones de personas) que escapan de su control.

El escándalo, además de generar la mencionada disminución del valor de la compañía, dio pie a la consolidación de una campaña, difundida por redes sociales, en la que se les pide a los usuarios de Facebook que eliminen sus perfiles. Hasta uno de los cofundadores de WhatsApp (plataforma que también está dentro de los dominios de Zuckerberg) lo aconsejó.

La mala hora de la poderosa red social inició el sábado pasado, cuando se conoció que la empresa británica Cambridge Analytica había robado los datos de 50 millones de usuarios, los cuales habrían sido usados en las 2 campañas políticas más controvertidas de los últimos tiempos: las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016, en las que se impuso Donald Trump; y las votaciones del ‘brexit’, que dieron pie a la salida del Reino Unido de la Unión Europea.