Los enfrentamientos estallaron después de que dos mujeres ingresaran a escondidas y bajo protección policial al santuario hindú de Sabarimala, adonde las mujeres de entre 10 y 50 años —las consideradas en edad de menstruar— tenían prohibido entrar.

La Corte Suprema retiró esta prohibición, mantenida durante décadas, el pasado septiembre. Desde entonces, muchas activistas habían intentado ingresar al templo, pero no les resultó posible por la resistencia de miles de devotos, hombres y mujeres, que lo consideran un ataque a la tradición.

“La persona que murió formaba parte de la manifestación del BJP [el Bharatiya Janata Party del primer ministro Narendra Modi] de ayer (miércoles) y resultó herida por el lanzamiento de piedras” contra los manifestantes, dijo a la AFP el portavoz policial Pramod Kumar.

“Sus heridas eran graves y murió la noche del miércoles. Al menos otras 15 personas resultaron heridas en incidentes en todo el estado”, señaló Kumar.

Según medios locales, los manifestantes del BJP fueron golpeados por piedras lanzadas desde una oficina local del Partido Comunista, que gobierna en el estado.

Kerala seguía bajo tensión este jueves y la policía indicó que se habían desplegado efectivos suplementarios en el estado para evitar nuevas escenas de violencia.

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La policía empleó gases lacrimógenos, granadas paralizantes y cañones de agua para controlar los enfrentamientos entre grupos rivales.

En unos infrecuentes comentarios sobre el templo Sabarimala, el primer ministro Narendra Modi, que aspira a un segundo mandato en las elecciones previstas este año, se mostró aparentemente partidario de la prohibición, al considerar que es una cuestión de tradición.

“Hay algunos templos que tienen sus propias tradiciones, a los que no pueden ir los hombres. Y los hombres no van”, dijo Modi a medios indios.

Todavía hay varios templos hindúes en India en los que las mujeres no pueden ingresar. La entrada de las mujeres a Sabarimala fue una cuestión tabú durante generaciones.