De acuerdo con el diario El País de España, la diplomática había justificado en septiembre pasado que su dinero procedía de la venta de los derechos de una herencia en Venezuela.

Del Valle movió el dinero bajo sospecha a través de cuatro cuentas en la Banca Privada d’Andorra (BPA) y se benefició de que este país tuvo hasta 2015 el llamado secreto bancario, el cual ocultaba los datos de sus clientes, explica el rotativo español.

La venezolana, además, se sirvió de una estructura de “sociedades instrumentales” creadas en Panamá por el propio banco para transferir su caudal económico, según la Unidad de Inteligencia Financiera de Andorra (Uifand), detalla El País.

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Rocío del Valle, entre julio y noviembre de 2012, sacó 4 millones de dólares de ese banco luego de recibirlos por parte de un testaferro del empresario venezolano Diego Salazar, primo de Rafael Ramírez, exministro de Energía de Venezuela y hombre de confianza de Hugo Chávez, señala el mismo medio.

La embajadora utilizó sus cuentas en Andorra para transferirle un total de 1,7 millones de dólares a uno de sus 3 hijos al Royal Bank of Canada de Suiza y el Continental National Bank de Miami, advierte El País.

El informe de la Uifand recoge que del Valle tenía la intención de depositar en una de sus cuentas 10 millones de dólares y que los 4 millones de dólares cobrados hacen parte de comisiones ilegales percibidas durante su etapa como embajadora en China (2004-2013), finaliza el diario español.