En entrevista con la agencia estadounidense The Associate Press, aunque Nicolás Maduro criticó la postura beligerante de Trump hacia su gobierno socialista, señaló que tiene la esperanza de sostener una reunión con el mandatario estadounidense para resolver la crisis.

Maduro explicó que Arreaza invitó al enviado especial estadounidense Elliott Abrams a que visite Venezuela “en privado, en público o en secreto”.

“Si quiere reunirse, que él diga cuándo, dónde y cómo, y yo voy”, afirmó Maduro sin proporcionar más detalles. Además de detallar que las dos reuniones en Nueva York se extendieron varias horas.

Un alto funcionario en Washington, quien no estaba autorizado para hablar públicamente, dijo que las autoridades de Estados Unidos están dispuestas a reunirse con “ex funcionarios de Venezuela, incluido el propio Maduro, para discutir sus planes de salida”.

Mientras tanto, desde el régimen venezolano expresaron que las dos reuniones entre Abrams y Arreaza se produjeron a petición de Estados Unidos. Los funcionarios no estaban autorizados y hablaron bajo condición de anonimato, explica The Associate Press.

De acuerdo con esta agencia, la primera reunión ocurrió el pasado 26 de enero y fue descrita como hostil por los funcionarios, pues en ella el enviado estadounidense amenazó a Venezuela con el despliegue de tropas y reprochó al régimen venezolano por, supuestamente, ser cómplice de Cuba, Rusia y el grupo guerrillero Jezbolá.

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Pero cuando se reunieron nuevamente esta semana, el 11 de febrero, la atmósfera fue menos tensa, incluso aunque el encuentro se produjo cuatro días después de que Abrams había declarado que “el momento para dialogar con Maduro ya pasó hace mucho”.

Con tono conciliador a veces y combativo en otras en su diálogo con The Associate Press, Maduro dijo que lo único que Venezuela necesita para recuperarse es que Trump saque las manos del país, el cual tiene las reservas petroleras más grandes del mundo.

La mano infectada de Donald Trump daña a Venezuela”, afirmó Maduro.

Consideró, además, que las cajas de ayuda humanitaria enviada por Estados Unidos que se encuentran en un almacén en la frontera con Colombia son simples “migajas” después de que congelaran miles de millones de dólares de los ingresos petroleros venezolanos y de sus activos en el extranjero.

Nos ahorcan, nos roban el dinero y después nos dicen: ‘Agarren, aquí están migajas’ y hacen un show mundial… Venezuela, con dignidad, dice: ‘no al show mundial’. No. Quien quiera ayudar a Venezuela, bienvenido, pero nosotros estamos en capacidad de pagar todo lo que necesitemos”.

Por último, Maduro dice que no le preocupa la etiqueta de “dictador” y que no tiene temor por las amenazas de Trump. Sin embargo, dice, sí está preocupado por el destino de su país, el destino de “nuestro pueblo y el destino de nuestros niños y niñas”, finaliza The Associate Press.