El periodista Daniel Santoro expresó para ese diario que existen razones para dudar sobre el verdadero objetivo que cumplió el buque Seabed Constructor.
El investigador sostiene varias hipótesis entre ellas que el sofisticado equipo de exploración se habría desviado de su objetivo primordial para satisfacer los intereses de al menos 20 multinacionales que estarían detrás de una licitación para la exploración y explotación de hidrocarburos desde el lecho marino.
“Algunas de las áreas a licitar coinciden con las áreas rastreadas para buscar el San Juan”, añadió Santoro a ese medio argentino.
Al periodista, que también ha investigado a la familia Kirchner, le sorprende que los noruegos supuestamente se hayan negado a empezar la búsqueda en una zona identificada como “1 área 15A-4” –el sitio donde en las últimas horas fueron hallados los restos del San Juan–.
“Clarín publicó el 13 de septiembre pasado documentos secretos que muestran que existió una recomendación norteamericana, de noviembre de 2017, para centralizar la búsqueda en esa área”, acentuó el investigador del periódico.
Incluso, el autor del informe sospecha de la curiosa coincidencia en la fecha en la que se produjo el esperado hallazgo del submarino -exactamente hace un año-, cuyos restos yacen entre rocas a una profundidad de 800 metros.
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