Charles Ferris, de 50 años, y Christopher Hicks, de 36, fueron arrestados por las autoridades y ahora enfrentan un juicio por el delito de agresión con agravantes, por lo que podrían pagar hasta 6 años de cárcel, publica The New York Post.

Los 2 hombres, vecinos, estaban tomando alcohol en la terraza de la casa de uno de ellos, cuando de repente Ferris se puso el chaleco antibalas y le pidió a Hicks que le disparara con una pistola calibre 22, detalla el diario estadounidense.

Hicks no dudó en disparar y luego cambiaron de posición. Ferris sintió mucho dolor y en modo de venganza, vació el cargador con disparos a la espalda de su vecino, explica ese medio.

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Afortunadamente para ellos, ninguna bala traspasó el chaleco y solo fueron atendidos en un hospital cercano por dolores y varios moretones, causados por los impactos.

Cuando la policía interrogó a Ferris luego de que este fue al médico, inventó una rara historia sobre una batalla en el bosque, pero su esposa llegó al hospital y contó a las autoridades lo que realmente había pasado, indica The New York Post.