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Dinamarca anunció este 22 de diciembre que convocará al embajador de Estados Unidos como respuesta al nombramiento que hizo el presidente Donald Trump de un enviado especial a Groenlandia, quien inmediatamente prometió convertir el territorio autónomo danés en “parte de Estados Unidos”.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025, Trump ha insistido en la idea de que Estados Unidos necesita la isla ártica, rica en recursos, por “razones de seguridad”, mientras se niega a descartar el uso de la fuerza para controlarla.
El republicano nombró el domingo 21 de diciembre al gobernador de Luisiana, Jeff Landry, como enviado especial a Groenlandia.
El ministro de Relaciones Exteriores danés, Lars Lokke Rasmussen, respondió este lunes que se encuentra “profundamente indignado” por la medida y advirtió a Washington que respete la soberanía de Dinamarca.
En una publicación en su plataforma, Truth Social, el mandatario estadounidense sostuvo que Landry “entiende lo esencial que es Groenlandia para nuestra seguridad nacional y promoverá enérgicamente los intereses de nuestro país en favor de la seguridad y la supervivencia de nuestros aliados y, de hecho, del mundo”.
“Mientras tengamos un reino en Dinamarca que esté formado por Dinamarca, las Islas Feroe y Groenlandia, no podemos aceptar que haya quienes socaven nuestra soberanía”
Landry respondió directamente a Trump en una publicación en la plataforma X: “Es un honor servirle en este puesto voluntario para hacer que Groenlandia forme parte de Estados Unidos”.
El ministro de Relaciones Exteriores danés declaró a la cadena de televisión ‘TV2’ que el nombramiento y las declaraciones eran “totalmente inaceptables” y afirmó que su ministerio convocaría al embajador de Estados Unidos en los próximos días “para obtener una explicación”.
“Mientras tengamos un reino en Dinamarca que esté formado por Dinamarca, las Islas Feroe y Groenlandia, no podemos aceptar que haya quienes socaven nuestra soberanía”, afirmó.
El primer ministro de Groenlandia, Jens-Frederik Nielsen, y la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, emitieron una declaración conjunta para subrayar que “las fronteras nacionales y la soberanía de Estados se basan en el derecho internacional”.
“No se puede anexionar otro país. Ni siquiera con un argumento sobre la seguridad internacional”, afirmaron, antes de añadir: “Esperamos que se respete nuestra integridad territorial conjunta”.
En una publicación de Facebook dirigida a los groenlandeses, Nielsen afirmó que el nombramiento de un enviado especial “no cambia nada para nosotros aquí en casa”.
“Nosotros mismos determinaremos nuestro futuro. Groenlandia es nuestro país (…) Groenlandia pertenece a los groenlandeses”, agregó.
Por su parte, la Comisión Europea expresó este lunes su firme apoyo a Dinamarca.
“Preservar la integridad territorial del Reino de Dinamarca, su soberanía y la inviolabilidad de sus fronteras es esencial para la Unión Europea“, declaró a los periodistas Anouar El Anouni, portavoz del servicio diplomático del bloque.
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Ubicación estratégica
La gran mayoría de los 57.000 habitantes de Groenlandia quieren independizarse de Dinamarca, pero no desean formar parte de Estados Unidos, según una encuesta de opinión realizada el pasado enero.
Los líderes de Dinamarca y Groenlandia han defendido con insistencia que la vasta isla no está en venta y que ella misma decidirá su futuro.
“El nombramiento confirma el continuo interés estadounidense en Groenlandia”, reclamó Lokke Rasmussen en un comunicado.
“Sin embargo, insistimos en que todos, incluidos los Estados Unidos, deben mostrar respeto por la integridad territorial del Reino de Dinamarca”.
Groenlandia, situada entre América del Norte y Europa, es estratégica en un momento en que aumenta el interés de los Estados Unidos, China y Rusia por el Ártico, a medida que se intensifica la carrera por las tierras raras y el deshielo provocado por el calentamiento global abre nuevas rutas marítimas.
La ubicación de Groenlandia también la sitúa en la ruta más corta para los misiles entre Rusia y Estados Unidos.
La Casa Blanca tiene su base militar de Pituffik en Groenlandia, una parte esencial de la infraestructura de defensa antimisiles de Washington. También abrió un consulado en la isla en junio de 2020.
El pasado agosto, Dinamarca convocó al encargado de negocios de Estados Unidos tras las denuncias de intento de injerencia en Groenlandia.
Al menos tres funcionarios estadounidenses cercanos a Trump fueron vistos en Nuuk, la capital de Groenlandia, tratando de identificar personas a favor y en contra de un acercamiento con Estados Unidos.
La determinación de Trump de apoderarse de Groenlandia ha sorprendido a Dinamarca, otro miembro fundador de la OTAN que ha luchado junto a Estados Unidos en sus guerras en Afganistán e Irak.
En enero, Copenhague anunció un plan de 2.000 millones de dólares para reforzar su presencia militar en la región ártica.
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Con AFP
Este artículo fue adaptado de su versión original en inglés
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