Además de decapitarlo, Jaime Osuna, de 31 años, cortó otras partes del cuerpo de Luis Romero, de 44. El cruel asesino utilizó un objeto metálico afilado envuelto en una cuerda y atado a un mango, según dijo el viernes el fiscal adjunto del condado de Kings, Phil Esbenshade, publica Univisión.
De acuerdo con este medio, Romero se desangró hasta morir por múltiples traumatismos de fuerza aguda, señaló el informe forense, publicado el viernes, por las autoridades norteamericanas.
Aunque el informe no detalló si la víctima estaba viva mientras era desmembrado, el fiscal Esbenshade cree que estuvo consciente durante al menos una parte del tiempo en el que fue atacado. “Este es el caso más espantoso que he visto en términos de atrocidad en el asesinato”, añadió.




Luis Romero estaba condenado a cadena perpetua desde diciembre de 1992 después por asesinato en segundo grado con el uso de un arma de fuego, mientras Jaime Osuna se declaró culpable en 2007 del asesinato de Yvette Pena, de 37 años, en un motel de Bakersfield (California) en 2011, explica Univisión.
Osuna, además de tener varios tatuajes en su cuerpo y cara, tiene grabada la sonrisa del ‘Guasón’, reconocido personaje de la ficción y que es el villano en películas y caricaturas de ‘Batman’. En 2017, cuando habló con un medio local, Osuna dijo que matar es mejor que las drogas y el sexo y que desde niño tenía intenciones de matar, finaliza la cadena de televisión.
Estados Unidos critica a Petro en la ONU y evalúa si continúa apoyo a Colombia en el Acuerdo de Paz
Estados Unidos lanzó fuertes críticas al presidente Gustavo Petro durante la más reciente sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, en la que se presentó el informe trimestral sobre la paz en Colombia. El representante estadounidense, Mike Waltz, acusó al Gobierno de usar “retórica incendiaria” y de impulsar políticas que, según Washington, socavan los avances hacia una paz duradera. Además, cuestionó la ampliación del mandato de la Misión de Verificación, señalando que se ha desviado de su objetivo inicial —la desmovilización de las Farc— para centrarse en lo que calificó como “prioridades políticas excesivas”, como la JEP y el apoyo a minorías étnicas.
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