Los nuevos socios criticaron a los chinos por su actitud beligerante y por no ponerle atención al coronavirus, señala The Washington Post; las críticas y el nuevo pacto se hicieron en cabeza del secretario de Estado Mike Pompeo y el secretario de Defensa Mark Esper, por parte de EE. UU.
Del lado australiano, estuvieron en la reunión la canciller Marise Payne y la ministra de Defensa Linda Reynolds, señaló el medio capitalino, una conversación en Washington que duró 2 días.
Luego de esta reunión, el diario especializado el la región Asia-Pacífico The Diplomat tituló: ‘Australia abandona la neutralidad en la disputa del mar del Sur de China’, lo cual significa que esta alianza es en serio y se preparan para una confrontación militar real.
The Diplomat agrega que, por primera vez, Australia negó los derechos sobre ese territorio marítimo que históricamente China dice tener.
En rueda de prensa conjunta, el secretario de Defensa le lanzó una advertencia a China: “Estos ejercicios no sólo refuerzan la interoperabilidad, sino que también envían una clara señal a Pekín de que volaremos, navegaremos y operaremos dondequiera que el derecho internacional lo permita y defenderemos los derechos de nuestros aliados y socios para hacer lo mismo”, citó la agencia AFP.
La ministra de Defensa australiana dijo en la misma conferencia de prensa estar de acuerdo en fortalecer los lazos con Estados Unidos en una serie de áreas, incluyendo “el combate hipersónico, electrónico y espacial”, lo que quiere decir que una confrontación armada se presentaría en todos los frentes, no solo el marítimo.
La cooperación “fortalecerá nuestra habilidad compartida para contribuir a la seguridad regional y disuadir de una conducta maligna en nuestra región”, puntualizó.
Adicional a esas declaraciones, Reynolds dijo, citada por el ‘Post’, que “Australia trabajará para que China se responsabilice por violar el estado de derecho” y que “apoyará a sus aliados en combatir la erosión de la libertad en Hong Kong”.
El medio regional Eurasia Times alerta sobre las tensiones en esa zona del planeta y asegura que en cualquier momento EE. UU. podría atacar a China, a juzgar por las flotillas de portaviones que el gobierno de Trump desplegó recientemente en la zona.
Para añadir a la creciente tensión entre estas potencias, el ministro de Relaciones Exteriores chino Wang Yi, en una llamada telefónica con su contraparte francés, acusó a Washington de una “imprudente provocación a la confrontación”, señaló el medio internacional.
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