Aunque el hombre —de 54 años— “no estaba tan mal” cuando entró a emergencias, en menos de 48 horas su salud se deterioró de manera preocupante: sus riñones fallaron y sus pulmones comenzaron a colapsar, informó ABC 7.

El estadounidense, que pasó 64 días hospitalizado (31 de ellos conectado a un respirador), desarrolló sepsis, insuficiencia hepática y embolias pulmonares, entre otras afecciones, indicó KTLA.

A Gregg, a quien solo le daban un 1 % de probabilidad de que sobreviviera, tuvieron que amputarle 6 dedos de sus manos (4 de la derecha y 2 de la izquierda) debido a las complicaciones derivadas del coronavirus, indicó el medio.

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David Kulber, el cirujano que atendió al paciente, explicó en el mismo canal que esas amputaciones se llevaron a raíz del impacto que el COVID-19 tuvo en el torrente sanguíneo.

Con esta aterradora experiencia, Gregg trata de concientizar a las personas y les pide que se cuiden mientras dure la pandemia para que no les ocurra lo mismo. A través de KTLA, él dijo lo siguiente:

“He sobrevivido a esto. Estoy fantásticamente; sin embargo, tengan cuidado con esto. Mis manos nunca serán las mismas. Ya no tengo dedos. Esto le puede pasar a usted”.

Como ahora Gregg necesita otras cirugías en sus manos, terapias y prótesis, su familia lanzó una campaña en Go Fund Me para recaudar fondos y cubrir esos gastos médicos. Si bien el objetivo era de 50.000 dólares, este se sobrepasó y ya va en 207.228 dólares (767 millones de pesos).