“Los análisis y pruebas realizadas en las últimas horas en Moncloa a las personas más cercanas al presidente, han dado positivo en el caso de su esposa”, manifestó la oficina de prensa del mandatario.

La presidencia del Gobierno precisó, por su parte, que ambos “se encuentran bien”. Lo hizo tras anunciar el confinamiento casi total de sus ciudadanos al aplicar el estado de alarma en el país, donde en una semana se multiplicaron por 10 los casos de coronavirus hasta más de 5.700.

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“Las medidas que vamos a adoptar son drásticas y van a tener desgraciadamente consecuencias”, pero “no nos va a temblar la mano para ganar al virus”, advirtió el primer ministro tras un consejo de ministros extraordinario de más de siete horas, y con sus participantes guardando las distancias entre ellos.

En virtud del decreto recién entrado en vigor, desde este sábado los españoles tienen prohibido circular por la calle excepto para ir o volver del trabajo, hacer la compra indispensable, asistir a mayores, niños o dependientes, pasear animales domésticos, sacar dinero y acudir a centros sanitarios.

“Esta circulación habrá de realizarse individualmente, salvo en las personas con dificultad de movilidad”, indicó Sánchez.

Las fuerzas policiales e incluso el ejército se movilizarán para asegurar el cumplimiento de estas restricciones, que también incluyen una disminución del tráfico ferroviario y aéreo dentro del país.

Además, la declaración del estado de alarma, anunciado un día antes por el dirigente español, supone el cierre de todos los comercios no indispensables y otros locales de ocio y ratifica la suspensión de las clases aplicada ya días antes.

También dota a su ejecutivo de control sobre todo el territorio, pasando por encima de los gobiernos regionales, y da capacidad para intervenir bienes privados para combatir el coronavirus o asegurar el abastecimiento de la población.

Todos los medios civiles y militares, públicos y privados “se ponen a disposición del Ministerio de Sanidad” en “todo el territorio español”, dijo el jefe de gobierno.

“Esta es una batalla que vamos a ganar (…) lo importante es que el precio que paguemos por esa victoria sea el mínimo”, añadió.

Poco después de terminar su intervención televisiva, numerosos ciudadanos salieron a sus balcones, convocados por las redes, para rendir homenaje a los sanitarios del país. Durante varios minutos, en ciudades como Madrid y Barcelona se escucharon aplausos y gritos de “sí, se puede”, “viva los sanitarios” o “viva España”.

En las últimas 24 horas, el país registró más de 1.500 nuevos casos del coronavirus y elevó la cifra de fallecidos a más de 180.