El pequeño pueblo estadounidense, de unos 4.000 habitantes, aprobó una medida que parecería inexplicable y la cual está abolida en gran parte de ese país desde hace varias décadas.

Ese distrito escolar les preguntó a los padres de familia si daban permiso para que volvieran los castigos con tablas para darles nalgadas a los niños. Sorprendentemente, los padres estuvieron de acuerdo.

“Hemos tenido padres que realmente nos lo agradecen. La gente en redes sociales probablemente se horrorizaría al escucharnos decir estas cosas, pero la mayoría de las personas con las que me he encontrado me han apoyado”, dijo al USA Today Merlyn Johnson, superintendente del distrito escolar de Cassville.

Aunque 31 estados de Estados Unidos prohíben expresamente el castigo corporal contra los niños, 19 estados (incluyendo Missouri) no tienen leyes que lo castiguen y lo dejan a discreción de los distritos escolares.

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“Cuando todos los demás medios alternativos de disciplina han fallado, y solo en una forma razonable y con la recomendación del director, se permite“, añadió Johnson a ese diario.

Los padres de familia indicaron que estuvieron de acuerdo con que les pidieran permiso, pero recalcan que los valores a los niños se les deben enseñar en casa inicialmente.

“Creo que deben sentarse con sus hijos y elegir lo que es mejor para sus familias. Confiamos en que, en Cassville, nadie va a hacer nada que no quieran que le hagan a su hijo”, indicó a la cadena CBS Dylan Burns, un padre de familia de la zona.

En redes sociales, según ese medio, las opiniones se dividen. Algunos critican el método y lo llaman anticuado, mientras que otros aplauden la mano dura y hasta hacen memes aludiendo a cómo ese método es recordado por los adultos mayores (al estilo del icónico capítulo de ‘Los Simpson’).