De acuerdo con el diario Corriere della Sera, Spagnesi, de 40 años, aceptó todos los cargos, entre ellos también el de fraude, y llegó a un acuerdo con la fiscalía para que su condena la pudiera pagar en servicios sociales y no encarcelado.

Francesco Spagnesi era el párroco de la iglesia de Castellina, un distrito de alto rango de Prato (Italia), de donde robó de las limosnas y donaciones al menos 100.000 euros (unos 438 millones de pesos al cambio actual), recuerda el mismo rotativo.

En total, la condena fue de 3 años y 8 meses, que no deja contentos a “los feligreses defraudados y traicionados”, pues el sacerdote usaba el dinero para organizar orgías con otros hombres, a los que llevaba la “droga de la violación”, detalla Corriere della Sera.

Sobre Spagnesi existía la sospecha de que era positivo de VIH y que no advertía a sus parejas sexuales durante el acto sin protección. Sin embargo, esta acusación quedó desvirtuada, informa el diario italiano.

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Los investigadores de la policía de Prato pidieron al novio de Spagnesi hacerse una prueba de sida, la cual salió negativa. Además, mi cliente no contagiaba porque estaba tomando unos medicamentos antivirales y como explica el medicamento, el efecto inmunizante cesa solo después de un período de tiempo evaluado en varios meses”, dijo  el abogado Federico Febbo.

El sacerdote, indica Corriere, está confundido, agotado y no sale de su casa, pues la abstinencia a las drogas que consumía lo tiene mal. “Está tratando de rehacer su vida luego del tsunami que lo golpeó el 14 de septiembre cuando fue detenido junto a su novio, Alessio Regina, de 40 años”, quien también fue condenado a 3 años y 2 meses de prisión.

“Empecé a drogarme de vez en cuando hace unos 10 años cuando me enamoré de mi pareja. Luego entré en la vorágine de la adicción a las drogas. Y el dinero nunca fue suficiente. Así comenzó mi calvario y el de los demás”, había dicho con anterioridad el cura Francesco Spagnesi a Corriere della Sera.