“Si solicitan asilo, los vamos a retener durante el tiempo que dure el juicio. Los vamos a retener, vamos a construir ciudades de carpas, vamos a construir carpas por todas partes”, dijo Trump a Fox News este lunes.

“No vamos a construir estructuras y gastar todos esos cientos de millones de dólares. Tendremos carpas, serán muy agradables, y ellos (los migrantes) van a esperar, y si no reciben asilo se van”, añadió.

“Cuando la gente se entere qué está pasando, verás que mucha menos gente vendrá”.

Este anuncio sigue al del Pentágono, que puso manos a la obra al plan de seguridad del presidente frente a la caravana de migrantes. “De aquí al final de la semana vamos a desplegar cerca de 5.000 soldados en la frontera suroeste”, dijo a la prensa el general de aviación Terrence O’Shaughnessy.

Este despliegue –muy superior a los 800 mencionados la semana pasada– representa un considerable incremento a la presencia militar en la frontera, donde 2.100 efectivos de la Guardia Nacional trabajan desde abril en tareas logísticas.

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Pese a las amenazas, la caravana de hondureños seguía su avance por México y avanzó este lunes hasta Niltepec, en Oaxaca, mientras centenares más entraban a ese país cruzando el caudaloso río Suchiate, en la frontera con Guatemala.

Según las autoridades fronterizas estadounidenses hay un grupo de cerca de 3.500 personas entre Oaxaca y Chiapas, y otro de cerca de 3.000 congregado en la frontera entre Guatemala y México.

En plena campaña por las cruciales elecciones legislativas del 6 de noviembre, Trump ha aprovechado la caravana de migrantes, a la que califica de “invasión”, para agitar su retórica anti-inmigración.

“Por favor, regresen, no serán admitidos en Estados Unidos a menos que pasen por el proceso legal. ¡Esto es una invasión de nuestro país y nuestros militares los están esperando!”, dijo Trump este lunes.

La organización de defensa de los derechos humanos ACLU recordó que está prohibido por ley que el personal militar se encargue de las leyes migratorias, y que no hay una emergencia que justifique este despliegue.

“El presidente Trump eligió justo antes de las elecciones de medio mandato obligar a los militares a impulsar su agenda de miedo y división contra la inmigración”,

Shaw Drake, consejero de ACLU en la localidad fronteriza de El Paso, en Texas.