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El expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro se quedó sin opciones para evitar la cárcel, después de que los jueces rechazaran el viernes su apelación contra una condena de 27 años por un intento fallido de golpe.
Bolsonaro perdió las elecciones de 2022 y fue declarado culpable en septiembre por sus esfuerzos para impedir que Lula asumiera el poder tras los comicios.
Cuatro de los cinco jueces del panel de la Corte Suprema votaron por condenarlo a 27 años y tres meses de prisión por cinco delitos, entre ellos participar en una organización criminal armada, intentar abolir violentamente la democracia y organizar un golpe de Estado.
Los fiscales dijeron que el plan —que incluía proyectos para asesinar a Lula y a un destacado juez de la Corte Suprema— fracasó únicamente por la falta de apoyo del alto mando militar.
Un panel de jueces de la Corte Suprema que evaluaba la apelación de Bolsonaro votó por unanimidad para confirmar la condena la semana pasada. El resultado no se consideró oficial hasta la medianoche del viernes.
Una fuente del tribunal, que habló bajo anonimato, dijo a la AFP que una vez se publique el resultado de la audiencia —algo que podría ocurrir tan pronto como el lunes— la defensa tendrá cinco días para presentar un nuevo recurso.
Sin embargo, ese recurso puede ser “rápidamente” desestimado por el juez instructor Alexandre de Moraes, quien luego publicará la sentencia final.
“Generalmente, después de la publicación de la sentencia final, la orden de arresto se emite el mismo día”, explicó Thiago Bottino, profesor de la Facultad de Derecho de la Fundación Getulio Vargas. Será Moraes quien decida dónde se hará efectiva la detención.
La fuente del tribunal estimó que Bolsonaro podría ser enviado a prisión en la última semana de noviembre, según los plazos procesales.
El excapitán del ejército, de 70 años, que mantiene su inocencia, está bajo arresto domiciliario desde agosto por violar medidas cautelares en un caso separado.
Debido a problemas de salud derivados del ataque con arma blanca que sufrió en 2018, podría solicitar cumplir su condena en casa.
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“Listos para matar”
Los cargos contra Bolsonaro se centran en sus esfuerzos para socavar el sistema de votación para alegar fraude si Lula ganaba las elecciones y luego justificar una intervención militar.
También estaba el complot para asesinar a Lula, a su vicepresidente Geraldo Alckmin y al juez Moraes, un plan que, según los fiscales, Bolsonaro aprobó.
“Estábamos listos para matar a mucha gente”, dijo en un mensaje de audio hecho público por la Corte Suprema Wladimir Soares, un agente de la policía federal sospechoso de integrar el grupo encargado del atentado.
“Solo estábamos esperando órdenes del presidente, pero él retrocedió”, añadió Soares.
Al rechazar la apelación, Moraes reafirmó que hubo un intento deliberado de golpe de Estado orquestado bajo el liderazgo de Bolsonaro, con amplias pruebas de su participación.
Subrayó el papel de Bolsonaro en la instigación del asalto del 8 de enero contra los edificios del Congreso y otras instituciones democráticas, cuando manifestantes violentos exigieron una intervención militar para expulsar a Lula.
Moraes determinó que la condena de 27 años y tres meses se basó en la alta culpabilidad de Bolsonaro como presidente y en la gravedad e impacto de los delitos.
El juez señaló que la edad de Bolsonaro ya había sido considerada como un factor atenuante.
Otros tres jueces del panel también rechazaron la apelación.
Ese mismo viernes, la mayoría de los jueces del mismo panel votó a favor de continuar un proceso penal contra el hijo de Bolsonaro, el legislador federal Eduardo Bolsonaro, por el delito de “coacción”.
Eduardo Bolsonaro, que actualmente vive en Estados Unidos, fue acusado por la fiscalía general en septiembre de presionar para que Washington impusiera sanciones con el fin de influir en el juicio por el golpe contra su padre.
El hijo del expresidente se adjudicó el mérito de presionar a la Casa Blanca para elevar los aranceles a las importaciones estadounidenses de productos brasileños hasta el 50% como represalia por el caso penal contra su padre.
Este artículo es una adaptación de su original en inglés
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