Daniel O’Brien, subdirector del departamento de enfermedades infecciosas del hospital australiano Barwon Health, advirtió, citado por The Washington Post, que cualquier persona puede contraer la enfermedad, la cual por lo general ataca en los miembros superiores e inferiores.

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El médico explicó además que si bien esta bacteria no es la más agresiva, si puede llegar a ‘comerse’ un miembro completo o parte de él, incluido el hueso.

Lo peor es que los médicos no saben cómo prevenir la enfermedad y les preocupa que el año pasado se registraron 275 casos, un incremento del 51 % respecto del año inmediatamente anterior, según reporta BBC.

O’Brien explicó, citado por The Guardian, que “a pesar de que la bacteria se reconoció en la región de Victoria en 1948, los esfuerzos por controlarla han sido neutralizados porque se desconoce cómo se transmite a los humanos”.

Si se detecta a tiempo, la cura es un tratamiento con antibióticos de 8 semanas, pero, en casos más extremos en que se deje avanzar la enfermedad, los médicos podrían recurrir a la amputación como única solución para evitar que se siga propagando por el cuerpo.