Este movimiento radical es afín al grupo terrorista Estado Islámico que reconoció estar detrás de los atentados que fueron cometidos en tres lugares diferentes con 10 minutos de intervalo en la mañana de este domingo.

La primera explosión se produjo a las 07:30 hora local, precisó la policía de Surabaya, segunda ciudad de Indonesia, en el este de la isla de Java. Hasta el momento se han confirmado 13 muertos y más de 40 heridos “entre los guardias de las iglesias y cristianos en la ciudad de Surabaya”, afirmó Amaq, órgano de propaganda de los yihadistas del EI.

Los ataques se llevaron a cabo unos días antes del comienzo del ramadán en este país del sureste asiático, en alerta tras los atentados allí ocurridos en los últimos años, algunos de los cuales por el EI.

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“Estaba aterrorizado. Mucha gente gritaba”, contó Román, un hombre de 23 años que presenció la explosión en la iglesia de Santa María.

La policía desarmó dos bombas sin explotar en Gereja Pantekosta Pusat Surabaya, la iglesia pentecostal del centro de Surabaya.

Los ataques se produjeron días después de que un policía y un detenido perdieran la vida en violentos enfrentamientos en una cárcel de alta seguridad de las afueras de la capital, Yakarta. El EI reivindicó el incidente pero la policía indonesia descartó su implicación.

Contexto

La intolerancia religiosa ha aumentado en los últimos años en Indonesia, un país donde casi el 90% de sus 260 millones de habitantes es de confesión musulmana, pero donde también viven minorías como los cristianos, los hindúes y los budistas.

En los últimos años se llevaron a cabo otros ataques contra iglesias en este archipiélago del sureste asiático.

Las autoridades están en estado de alerta desde los atentados suicidas y los ataques armados en Yakarta en enero de 2016, que costaron la vida a cuatro civiles. Los cuatro asaltantes fueron abatidos en esos ataques, reivindicados por el grupo EI, los primeros de ese alcance en Indonesia desde 2009.

En 2002 se produjo el peor atentado en la historia del país, cuando 202 personas murieron en Bali, la isla más turística del país, incluyendo muchos extranjeros.

El ataque llevó a la policía a lanzar una vasta ofensiva contra los extremistas islamistas y debilitó las redes más peligrosas, según los expertos. Pero el EI logró movilizar de nuevo la facción extremista indonesia.