Nueve niños y una mujer mueren en un bombardeo paquistaní en Afganistán, según el gobierno talibán
Al menos nueve niños y una mujer fallecieron en la provincia afgana de Khost tras un ataque aéreo atribuido por el gobierno talibán a fuerzas paquistaníes, en un nuevo episodio de tensión entre Islamabad y Kabul un día después de un atentado suicida contra un complejo de seguridad en la ciudad paquistaní de Peshawar.
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Nov 25, 2025 - 1:55 am
Al menos nueve niños y una mujer murieron en Afganistán después de que fuerzas paquistaníes bombardearan el martes la casa de un residente en la provincia de Khost, según denunció el gobierno talibán.
Esto ocurre en medio de las tensiones generadas por un atentado suicida, que dejó varios muertos, registrado el lunes contra un complejo de seguridad en la ciudad paquistaní de Peshawar.
“Las fuerzas invasoras paquistaníes bombardearon la casa de un residente civil local… Como resultado, nueve niños (cinco niños y cuatro niñas) y una mujer fueron martirizados en la provincia de Khost”, publicó el portavoz Zabihullah Mujahid en X.
گزشتہ رات تقریباً ۱۲ بجے، صوبہ خوست کی ضلع گربزو کے علاقے مغلګۍ میں پاکستانی جارح افواج نے ایک مقامی شہری، ولایت خان ولد قاضی میر کے گھر پر بمباری کی، جس کے نتیجے میں ۹ بچے (۵ لڑکے اور ۴ لڑکیاں) اور ایک خاتون شہید ہو گئے اور اس کا گھر تباہ ہو گیا۔
— Zabihullah (..ذبـــــیح الله م ) (@Zabehulah_M33) November 25, 2025
Otros ataques aéreos dirigidos contra las regiones fronterizas de Kunar y Paktiká dejaron a cuatro civiles heridos, según Mujahid.
Las autoridades civiles y militares de Pakistán han mantenido hasta ahora silencio sobre lo ocurrido.
El lunes la atención se concentró en un atentado suicida que tenía como objetivo el cuartel general de la Fuerza de la Gendarmería Federal de Pakistán en Peshawar. Tres agentes murieron y 11 personas resultaron heridas.
La cadena estatal PTV informó que los atacantes eran de nacionalidad afgana y el presidente Asif Zardari culpó a la “Fitna al-Khawarij respaldada desde el extranjero”, término con el que Islamabad se refiere a los militantes del Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), a los que acusa de operar desde territorio afgano. Sin embargo, ningún grupo se ha responsabilizado del atentado hasta el momento.
Otro atentado suicida en noviembre, en la capital paquistaní, Islamabad, dejó 12 muertos. Este fue reivindicado por una facción de los talibanes paquistaníes, que comparten la misma ideología que los talibanes afganos.
Islamabad responsabilizó del ataque en la capital a una célula militante que fue “guiada en cada paso por el alto mando… con base en Afganistán“.
Tregua bajo tensión
Desde el regreso de los talibanes al poder en 2021, las relaciones entre Pakistán y Afganistán han sido tensas.
El peor enfrentamiento entre los ejércitos de los dos países ocurrió en octubre de 2025 y dejó unos 70 muertos en ambos lados.
Gracias a la mediación de Qatar y Turquía, los combates terminaron con un alto el fuego firmado en Doha en octubre.
Sin embargo, las conversaciones en Estambul, Turquía, no lograron un acuerdo de largo plazo. El bloqueo en la negociación está en la exigencia de Pakistán de que Kabul limite las acciones de los combatientes del grupo militar hostil Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), que Islamabad asegura opera dentro de Afganistán.
Islamabad acusa a los talibanes de dar refugio y tolerar a los militantes responsables del repunte de atentados, incluido el TTP, que lleva años librando una sangrienta campaña contra Pakistán. El gobierno paquistaní sostiene que muchos de los atentados recientes contra fuerzas paramilitares y objetivos en ciudades como Peshawar están planificados desde territorio afgano y ha pedido en repetidas ocasiones a Kabul que actúe.
Afganistán rechaza las acusaciones y se presenta como víctima de violaciones de soberanía por parte de Pakistán. El gobierno talibán afirma que las fuerzas paquistaníes han roto las treguas acordadas con ataques aéreos y de artillería en provincias como Paktiká y otras zonas cercanas a la frontera.
Además, Afganistán acusa a Pakistán de usar también el cierre de pasos fronterizos y las restricciones comerciales como herramienta de presión, lo que ha empujado a Kabul a buscar rutas alternativas de comercio ante el enfriamiento de los lazos con su vecino.
Actualmente miles de contenedores siguen bloqueados en la frontera, advirtió esta semana la Cámara Conjunta de Comercio e Industria Pakistán-Afganistán. Cada uno acumula cargos diarios de entre 150 y 200 dólares, por lo que califican la carga económica como “insostenible”.
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