El sicópata que asesinó a 59 personas e hirió a más de 500 tenía todo a su favor para ejecutar la peor masacre de un pistolero en la historia de EE. UU., además de que había alterado sus armas para que fueran hasta 50 % más precisas y por ende más mortíferas, reporta The Washington Post.

Entre las 32 armas y la munición que las autoridades hallaron en la habitación de Paddock en el hotel Mandalay Bay, dice el ‘Post’, había por lo menos 12 rifles de asalto tipo AR-15, equivalentes a los M-16 del ejército de EE. UU., con unos aditamentos conocidos como ‘bump stocks’, que hacen posible convertir un arma semiautomática en una automática, es decir, con capacidad de disparar más cartuchos en menos tiempo.

Las armas automáticas están muy controladas y están sujetas a una regulación más rigurosa por parte de las autoridades estadounidenses que las semiautomáticas, lo que quiere decir que las últimas se pueden comprar en cualquier sitio, mientras que las otras requieren permisos especiales para adquirirlas y portarlas.

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James LaPorta, exsoldado de infantería e instructor de polígono, escribe para The Daily Beast un análisis del armamento utilizado por el sicópata Paddock para perpetrar la infame matanza.

LaPorta dice que el uso de barriles flotantes, miras telescópicas y proveedores más grandes convirtieron las armas de Paddock en instrumentos de matanza 50 % más precisos que lo que utiliza el ejército e incluso la fuerza especial Swat.

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No obstante, el columnista dice que si el asesino hubiera tenido entrenamiento, no habría optado por disparar ráfagas tan rápidas, pues cuantos más cartuchos se disparan en un menor periodo, menor es la precisión y la puntería: “Si no hubiera optado por disparar ‘en automático’, habría matado aún más personas”, explica.

El experto también se refiere a las condiciones en las que el atacante llevó a cabo la mortífera acción, y es que disparó sobre una multitud a una distancia mínima para el tipo de arma utilizada y lo hizo desde la altura, desde donde se requieren menos balas para impactar un mayor número de personas que si se hiciera a ras de piso o a la misma altura del objetivo.

Por ello, a Paddock no se le puede catalogar, desde el punto de vista estrictamente técnico, como un francotirador, pues esta figura describe a una persona que apunta y dispara con precisión sobre cada persona, y en este caso el matón disparó ‘a la loca’.

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Otro experto citado por Daily Beast, el sargento primero Loren Schofield, asegura que haber disparado de forma indiscriminada y en ‘modo automático’ neutraliza el efecto de precisión que brindan las miras telescópicas y las bases que utilizó el asesino, pues los disparos repetidos causan vibraciones no deseadas que hacen que varíe la puntería.

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El AR-15 puede disparar con bastante precisión a mil metros. / Getty

Por el sonido de las ráfagas, los expertos concluyen que el pistolero no tenía experiencia, pues fueron irregulares y poco ‘profesionales’, y fueron efectivos solo por el hecho de que “el asesino no se tuvo que preocupar del alcance de las balas, la dirección o la fuerza del viento; simplemente disparó contra una masa tan rápido como le fue posible”, destaca el especialista consultado por el medio.

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El asesino utilizó proveedores más grandes que los de la foto, para alojar más proyectiles. / Getty
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En EE. UU., un rifle AR-15 se consigue en cualquier tienda de armas, sin restricciones. / Getty