Así lo reveló el presidente de la asociación federal de empresarios de pompas fúnebres alemanas, Ralf Michal, en la ciudad bávara de Schweinfurt, citado por la agencia alemana de noticias DPA.

“El culto a la tumba, tal como lo conocemos del pasado, es anticuado y los municipios se han quedado atrás en cuanto a crear formas de entierro razonables y contemporáneas”, dijo.

Michal explicó que en la actualidad los familiares, en entre el 20 % y el 25 % de los casos, eligen una alternativa al sitio de entierro tradicional. Agregó también que está aumentando la tendencia al entierro en un lugar comunitario, en el bosque o en el mar, entre otros.

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La Asociación Alemana de Ciudades también reconoce el problema. “Hay que seguir manteniendo a los cementerios, incluyendo los edificios, a pesar de que en general se necesita menos espacio”, indicó Helmut Dedy, director ejecutivo de la asociación.

“Algunas ciudades, por lo tanto, aumentan las tarifas de las tumbas para urnas a fin de que contribuyan más a los costos de mantenimiento de todo el conjunto del cementerio”, explicó, mientras que otras comunas, según Dedy, aumentan las subvenciones.