Tampoco se tienen pistas de los motivos del siniestro, pero un giro inesperado de la historia, según la cadena CNBC, es que la aerolínea estatal afgana Ariana acaba de negar que el avión accidentado sea de la compañía, como se había reportado inicialmente.
El presidente encargado de la aerolínea, Mirwais Mirzakwal, le dijo a la agencia Reuters, citado por CNBC, que según sus reportes todos los vuelos de su compañía que volaron este lunes llegaron a buen puerto.
“Las noticias sobre el accidente de una avión de la aerolínea Ariana en los canales de noticias no son ciertas, todos los vuelos de la aerolínea Ariana operan con normalidad”, publicó la empresa en su cuenta de la red social Facebook.
Dicha declaración contradice lo expresado por el segundo vicepresidente afgano, Sarwar Danish, en un discurso televisado: “Desafortunadamente, un avión de pasajeros de la aerolínea Ariana se ha estrellado en el distrito de Deh-Yak de la provincia de Ghazni, y aunque todavía no se conoce el número de víctimas, probablemente varias personas murieron”.
El siniestro se produjo hacia las 13.30 hora local en “un área bajo control talibán” en el distrito de Deh-Yak, en la provincia de Ghazni, afirmó a la agencia EFE el miembro de la Asamblea provincial de Ghazni Khaliqdad Akbari.
El portavoz del gobernador de Ghazni, Arif Noori, reconoció a Efe que la información de la que disponen es “todavía preliminar” y aunque se trata de un avión de pasajeros, aún no pueden confirmar “a qué aerolínea pertenece, porque todas las aerolíneas afganas rechazan que sea suyo”.
Según Noori, “el avión se incendió después del accidente y el logotipo y el nombre del avión no se pueden leer”.
“Ningún pasajero sobrevivió. El número de personas fallecidas aún se desconoce. Facilitaremos la cifra cuando los equipos de rescate lleguen al lugar del siniestro. El número de muertos podría ser de decenas”, aseguró el portavoz, que anotó que los habitantes de la zona “han sacado dos cadáveres, ambos de los pilotos”.
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