Poco después de levantar vuelo, la aeronave Embraer 190 “repentinamente fue afectada por una ráfaga de viento que la hizo descender bruscamente y tocar tierra con el ala izquierda, desprendiéndose los dos motores”, explicó el gobernador de Durango, José Rosas, en una conferencia de prensa.

Aunque las causas exactas del accidente aún siguen bajo investigación, varias voces autorizadas señalan al mal clima como la principal.

La última palabra en materia de responsabilidades la tendrá el contenido de las cajas negras, que se conocerá dentro de varios meses “dependiendo de su complejidad”, le dijo el director general de Aeronáutica Civil, Luis Gerardo Fonseca, a BBC Mundo.

Independientemente de si hubo error humano o técnico, se produjeron ciertas condiciones para que hoy todos los ocupantes y sus familias se alegren porque no hubo víctimas fatales (claro está que hay 2 heridos graves).

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Según un artículo publicado por BBC Mundo, las siguientes son las razones para que se produjera lo que desde ya se considera “el milagro de Durango”:

  1. El avión aterrizó de barriga y se mantuvo horizontal, antes de incendiarse.
  2. El fuselaje o ‘tabaco’, donde viajan los pasajeros, se mantuvo casi en una sola pieza, lo cual permitió el movimiento dentro de la nave y la posterior evacuación.
  3. La oportuna ejecución del protocolo de emergencia de la tripulación y el debido despliegue de los toboganes, que facilitaron una rápida evacuación.
  4. La calma y el control de los pasajeros, que entendieron las instrucciones y procedieron a ejecutarlas sin pérdida de tiempo, antes de que comenzaran las llamas.

Hay que recordar que en la aeronave viajaban 88 adultos, 9 menores de edad, 2 bebés, 2 pilotos y 2 azafatas, que sobrevivieron el ‘barrigazo’ de la nave, que se arrastró unos 300 metros por fuera de la pista.

Algunos pasajeros evacuaron por agujeros que habían quedado en el fuselaje, pues este se alcanzó a partir en algunos puntos, como la colombiana y su hija, que saltaron al piso a través de una grieta del fuselaje y antes de recibir instrucciones de la tripulación.