La argentina Fátima Cellini, de 65 años, falleció en días pasados por un paro cardiorrespiratorio, sin embargo, en el acta de defunción, el cuerpo médico de esa institución médica no puso que la paciente se agravó porque estaba contagiada de coronavirus, publica el canal de televisión Todo Noticias (TN).

Por ello, la familia de Cellini contrató a una funeraria para que hicieran el proceso de cremación, pero este se canceló cuando pensaron que el virus pudo haber estado relacionado con el deceso de la mujer.

Pero para ese momento, cuando cancelaron la cremación, ya era tarde, pues los trabajadores de la funeraria no tomaron las medidas de bioseguridad para protegerse del COVID-19 y resultaron contagiados, explica el mismo medio.

Exactamente, la cadena de contagio se extendió a 36 personas, incluidas familiares de los trabajadores de la funeraria y  parientes de la mujer muerta, quienes lograron acercarse al cuerpo para despedirse por última vez, detalla el canal argentino.

Incluso, señala Todo Noticias, 2 de esos 36 contagiados fallecieron, lo que puso en alerta a las autoridades de la localidad bonaerense.

“Yo quiero que se haga justicia si se comprueba que hubo negligencia médica par que mi hermana pueda descansar en paz. Sentí impotencia no solo porque no cuidaron a mi hermana sino porque tampoco pusieron en resguardo a nadie”, reclamó a ese canal Carlos Cellini, hermano de Fátima.

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Por estos hechos, Ana Lorena Bellusci, coordinadora médica del Centro de Salud Norte de Vicente López, fue detenida el pasado jueves y acusada de “propagación dolosa del coronavirus, señala por su parte el portal Infobae.

Bellusci, además, fue sindicada de integrar una asociación ilícita y del homicidio culposo de Fátima Cellini, pues nunca la trataron como paciente de COVID-19, agrega ese portal.

De acuerdo con Infobae, la coordinadora médica aceptó ante las autoridades que adulteraban las historias clínicas de los pacientes, no solo en el caso de Cellini, sino como “práctica habitual”.

Por último, en el descubrimiento de la tramada red de corrupción, Bellusci también reconoció que personal desde distintos organismos de control le avisaban a la clínica de inspecciones con anticipación para que guardaran o desaparecieran todos sus secretos.