Un asalto armado de presuntos criminales contra una cárcel ubicada en Ciudad Juárez (en el norte de México) dejó un saldo de 14 muertos, entre ellos 10 guardias, y 24 reos fugados este domingo, informó la fiscalía del estado de Chihuahua, fronterizo con Estados Unidos.

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De acuerdo con los primeros reportes, se trató de una balacera en plena visita por la celebración del Año Nuevo. Un grupo armado, a bordo de seis camionetas blindadas, llegaron hasta el penal, donde ya habían varias personas esperando ingresar para visitar a sus seres queridos, y abrieron fuego para después entrar y extraer a varios internos.

Según las primeras investigaciones, el asalto armado tenía como fin facilitar la fuga de un grupo de presos. Luego del asalto, la policía estatal, con la ayuda de militares, realizó cuatro detenciones, explicó la Fiscalía General del Estado de Chihuahua (FGE) en un comunicado sin precisar si son reos fugados o atacantes.

Reportes de medios locales señalan que al interior del penal algunos presos se habrían amotinado, prendiendo fuego a diversos objetos y enfrentándose con diferentes guardias.

En su pronunciamiento, la entidad dio a conocer que la situación ya está “bajo control” en dicho penal; aunque no informó si hubo más reclusos fugados.

“Personal del Ejército Mexicano, de la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad Pública Estatal y de la Agencia Estatal de Investigación, colaboran con la FGE para devolver la tranquilidad en el Cereso”, detalló.

En el penal de esta localidad fronteriza, crucial para el tráfico de droga hacia Estados Unidos, están recluidos miembros de los brazos armados de los cárteles de Sinaloa y Juárez, enfrentados por el control de la zona desde hace más de quince años.

Esta cárcel estatal ha sido escenario de distintas riñas y motines, entre ellas una que dejó 20 muertos en marzo de 2009, una de las más sangrientas. En agosto de 2022, un enfrentamiento entre bandas rivales dejó tres presos muertos.

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En febrero de 2016, como parte de su visita a México, el papa Francisco ofició misa en el patio de esta cárcel ante 700 presos y sus familiares. Los llamó a no perder la esperanza y a contribuir a detener la violencia.

Según un reporte de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de febrero pasado, en esta prisión están recluidas más de 3.700 personas cuando su capacidad es de 3.135.