
Ana de Armas y Tom Cruise han vuelto a acaparar titulares, esta vez por unas imágenes captadas mientras navegaban en un velero por las tranquilas aguas del suroeste de Menorca, entre Cala’n Bosc y el Cap d’Andratx. Lejos del bullicio de Hollywood y sin más compañía visible que la tripulación y el perro de la actriz, ambos compartieron un día apacible marcado por gestos de complicidad, sonrisas espontáneas y una evidente confianza mutua que ha reavivado los rumores sobre un posible romance.
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Las especulaciones sobre una posible relación entre ambos actores comenzaron el pasado 14 de febrero, cuando fueron vistos cenando juntos en Londres durante la noche de San Valentín. Desde entonces, varios detalles han alimentado el interés mediático: los frecuentes desplazamientos del helicóptero privado de Cruise al helipuerto de la capital británica coincidieron con los horarios de la protagonista de ‘Ballerina’.
A mediados de mayo, Ana de Armas declaró en una entrevista televisiva: “Estamos trabajando en muchísimas cosas, no solo en uno, sino en varios proyectos. También están Doug Liman y Christopher McQuarrie. Estoy muy emocionada”. Sin embargo, la reciente escapada a Menorca, sin agenda de trabajo aparente, abre la puerta a una interpretación más personal.




Según reveló la revista ¡Hola!, los actores fueron vistos con una actitud relajada y cercana. Ana, descalza y vestida con un vestido blanco semitransparente que dejaba ver su bikini, llevaba también un sombrero de rafia. Tom Cruise, por su parte, lucía un suéter celeste, pantalón corto azul marino y un sombrero panamá. A su lado, ‘Salsa’, uno de los perros de Ana, descansaba plácidamente, lo que algunos interpretan como señal de una convivencia frecuente entre el actor y la actriz. La presencia de la mascota refuerza la idea de que Cruise ya estaría bastante integrado en la vida cotidiana de la cubana.
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Cabe recordar que en abril pasado, ambos asistieron juntos al exclusivo festejo por los 50 años de David Beckham. Aquella aparición pública causó un cambio en el tratamiento mediático de su relación, especialmente en la prensa británica, que comenzó a referirse a Ana como la “novia” de Tom Cruise.
Luego de ese evento, sus agendas profesionales los llevaron por caminos separados: mientras Ana atendía compromisos de rodaje y promoción, Cruise continuaba con campañas y otros proyectos. Sin embargo, la llegada del verano los ha vuelto a reunir, esta vez en un contexto más íntimo y alejado del ruido mediático.
Durante el paseo en velero, Ana fue vista leyendo ‘Annie Bot‘, la aclamada novela de Sierra Greer, mientras disfrutaba del sol. Aunque su otro perro, Elvis, no estaba presente, la inclusión de Salsa en el viaje no pasó desapercibida. Una fuente cercana a la pareja citada por ¡Hola! aseguró: “El actor es uno más en la familia perruna de Ana”.
La misma fuente también resaltó la naturalidad con la que ambos se comportan, como si llevaran mucho tiempo compartiendo su día a día, lejos de cualquier pretensión o postura típica del entorno hollywoodense.
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Más allá de los rumores, Ana de Armas ha sido transparente con sus aspiraciones personales. En una reciente entrevista con F Magazine, confesó: “Me gustaría tener hijos y una familia. A ser posible, pronto. Pero no depende solo de mí. Como sabemos, el amor es impredecible… Nunca se sabe cuándo llegará el amor verdadero. Las relaciones no se pueden controlar: la vida no es una película”.
Estas palabras, unidas a las recientes imágenes en Menorca, han intensificado las sospechas de que entre Ana y Tom podría estar surgiendo algo más que una colaboración profesional. Aunque ninguno ha confirmado una relación sentimental, la química entre ambos y los indicios compartidos en las últimas semanas invitan a pensar que el vínculo entre ellos va mucho más allá de lo laboral.
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