Llega el partido más importante de la temporada de la NFL, el que enfrentará por el título del Super Bowl a los San Francisco 49ers y a los Kansas City Chiefs, en el estadio de los Raiders, de Las Vegas, y en el que una de las dos escuadras se quedará con un premio millonario.
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El importante evento tendrá un ‘show’ de medio tiempo en el que Usher será la estrella invitada. Eso sí, todas las cámaras estarán con Taylor Swift, quien asistirá al evento para acompañar a su novio, Travis Kelce, quien podría ser la gran figura dentro de la cancha.
La cantante tiene una relación con Kelce, jugador de Kansas City, y quien es uno de los deportistas mejor pagados del planeta. De hecho, Swift tomará su avión desde Japón, lugar en el que dará un concierto el sábado 10 de febrero, y llegará justo a tiempo para la patada inicial del juego en Las Vegas, con el objetivo de animar a su pareja en el crucial encuentro.
Justamente, ese viaje le causó un problema a Swift. La intérprete se vio envuelta en una disputa legal con un estudiante universitario de 21 años de Florida, llamado Jack Sweeney.
El joven en cuestión administra cuentas en redes sociales dedicadas al rastreo de jets privados de celebridades en el mundo, con el fin de medir el impacto medioambiental de sus viajes por el planeta. Por supuesto, Swift está en esa lista.
La controversia se intensificó cuando la abogada de la cantante, Katie Wright Morrone, envió una carta de cese y desistimiento a Sweeney en diciembre pasado, amenazando con acciones legales si no detenía lo que ellas consideran es una actividad de acecho y hostigamiento.
Morrone argumentó que las cuentas de Sweeney estaban causando daño directo e irreparable a Swift y su familia, además de provocar angustia emocional y física. Por su parte, Sweeney defendió su actividad, argumentando que la información que proporciona ya está disponible públicamente y su intención es proporcionar transparencia y acceso a datos públicos.
A pesar de las advertencias, el joven estudiante ha continuado con sus actividades en redes sociales, pese a que ha recibido algunas restricciones por parte de plataformas como Facebook e Instagram e, incluso, X (antes Twitter) le había cerrado una cuenta por orden de Elon Musk.
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