En un comunicado, tan confuso como las campañas de promoción del evento, los organizadores del Ficbac explican que la filtración de la noticia falsa, la confirmación a periodistas y su tardía aclaración (pasaron cuatro días desde que las agencias internacionales y los medios de comunicación nacionales dieron por cierta la historia) fue “una cordial mamadera de gallo”.

Los organizadores argumentan que basaron su idea en la famosa ‘Guerra de los mundos’ de Orson Welles.

“Hemos generado el entusiasmo inusitado de miles de personas que quieren estar cerca de Quentin Tarantino. En un mundo inmerso en las redes, bastó solo una chispa para encencer una llamarada, una bomba”, publicaron.

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Pero en los medios de comunicación y las redes sociales, la reacción casi unánime fue de rechazo. Varios periodistas catalogaron la actuación de los organizadores de “vulgar engaño”, “canallada” y “truquito publicitario que no divierte”.

Incluso, personas que pensaban viajar a Barranquilla anunciaron que denunciarán al Festival: