La princesa Diana siempre será recordada como uno de los grandes íconos de la cultura pop, desde que empezó a ser fotografiada por los ávidos paparazzi a principios de los ochenta, hasta sus últimos días, alejada de la corona británica, en los noventa.

Su mirada dulce, pero tierna, su afán por ayudar al prójimo, el candor que trasmitía al ser vista en público, son muchos los motivos por los que revolución el mundo de la realeza contemporánea y por los que muchos siempre la guardarán como su favorita.

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Sin embargo, una de las razones por las que destaca Lady Di era su estilo a la hora de vestir. A continuación, te contamos algunos de sus momentos más icónicos en cuanto a moda se habla, luego de 25 años de su prematura muerte.

Azul, uno de sus colores insignias

Uno de los momentos más importantes, además que pasó por televisión, fue cuando Diana Spencer apareció acompañada del príncipe Carlos en los jardines del Palacio de Buckingham para anunciar su compromiso, esto pasó el 24 de febrero de 1981.

Para esa ocasión escogió un conjunto de azul eléctrico de chaqueta y falda que pasaba la rodilla, un cinturón que acentuaba su rodilla, una blusa blanca con estampados de aves y moño en el cuello, ¿y la cereza del pastel? El anillo de zafiro de Ceilán ovalado de 12 kilates.

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Un vestido de novia para la historia

Diana de Gales se casó el 29 de julio de ese mismo año y su vida cambiaría para siempre, el traje nupcial estuvo a cargo de David y Elizabeth Emanuel. El voluminoso vestido constaba de mangas abultadas con volantes que fluía en un cuello redondo, con un torso encorsetado y falda acampanada al estilo princesa.

El material estrella fue un tafeta de seda en color perla, así como el encaje de Carrickmacross que perteneció a la reina María Teck, asimismo, tenía decoraciones con bordados a mano, lentejuelas y mil perlas que dibujaban un corazón.

Un estilo romántico

Durante los primeros años como princesa, Diana estableció entre sus códigos de vestido las mangas amplias y lazos en el cuello, aunque uno de los detalles que también la hizo destacar fueron las blusas con cuello bobo, cuando todavía se mostraba tímida frente a la prensa internacional, teniendo en cuenta que estaba en sus primeros veintes.

Las pamelas, un accesorio imperdible

Los caballos son una de las grandes aficiones de la monarquía británica, especialmente de la Reina Isabel II. Para los eventos hípicos, las mujeres generalmente asisten con los tocados más extravagantes.

Evidentemente la princesa Diana no fue excepción alguna, sus looks de mangas abullonadas y estampados icónicos fueron acompañados con sombreros que difícilmente pasaban apercibidos, algunos de estilo turbante, otros con adornos florales y por supuesto los de alas XXL.

Lunares, el estampado tendencia

Una de sus modas favoritas fue la de los puntos, diversos looks de Lady Di fueron compuestos a partir de este recordado patrón, especialmente cuando ella visitaba el campo o tenía algún evento equino. Estos trajes generalmente iban acompañados con sus perlas favoritas.

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El estampado Vichy en rosa

Se dice que el color favorito de Diana Spencer era el rosado y esté quedó impregnado en los pantalones de estampado Vichy que tanto adoraba. Es imposible olvidar aquellas fotos en los que aparecía posando en los jardines Highgrove, donde actualmente vive el príncipe de Gales y la infame Camila Parker.

El furor de ‘Dinastía’

Evidentemente, ni la princesa de Gales pudo resistirse a la extravagancia por la que tanto se recuerda a los años ochenta, más de una vez, especialmente en las galas, se decidió por vestidos brillantes y de volúmenes.

Un ejemplo, el vestido plateado plisado con escote en V, con hombreras pronunciadas y espalda desnuda que llevó en 1985, diseñado por Bruce Olfield, un look que la llevó a ser apodada ‘Dinasty Di’, por tener una estética de la mítica serie ‘Dinastía’.

Cuando disgustó a la reina por una joya

Lady Di disgustó a la reina Isabel II por haber usado una gargantilla de esmeraldas al estilo art déco que originalmente perteneció a la reina María, abuela de la actual monarca. En la segunda gira por Australia, en octubre de 1985, Diana la usó en una gala, para realzar su vestido de satén turquesa, llevó este lujoso accesorio en su cabeza, idea rechazada por la reina Isabel.

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La princesa en Cannes

Aunque los eventos culturales en Inglaterra eran algunos de sus favoritos, Diana también salió del circuito de la mancomunidad de naciones y también visitó la Riviera Francesa, como cuando asistió de estrella invitada al Festival de Cannes de 1987.

Para esa ocasión usó un vestido de gasa de seda azul pastel con plisados griegos, dando como resultado uno de los vestidos favoritos de los admirados de esta princesa. Este traje fue acompañado por joyas y una estola, muy al estilo vintage, casi de la princesa Grace Kelly de Mónaco.

El llamado vestido Elvis

En una visita de estado a Hong Kong en 1989, vistió un traje que recordaba a la estética de Elvis Presley, aunque en realidad hacía guiños a la cultura oriental. El vestido blanco diseñado por Catherine Walker llevaba miles de perlas, con una chaqueta de cuello elevado, una decisión que para muchos fue acertada, aunque en realidad no fue muy del gusto de Lady Di.

El vestido de la “venganza”

 

Los años posteriores a la separación del príncipe Carlos fueron turbulentos para la princesa. En 1994, el mismo día en que se hizo público el romance con Camila Parker, Diana asistió a una fiesta de la Serpentine Gallery llevando un vestido corto y negro, tipo cóctel, autoría de Christina Stambolian, que realzaba sus curvas, mostrando una Diana muy sensual jamás antes vista.

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Una Gala del Met para recordar

Para diciembre 1996, Diana de Gales fue una de las invitadas a la Met Gala, con un estilo desenfadado y más sensual, llevó un vestido lencero en azul marino de seda, con escote en picada y acabados en encaje, un diseño de John Galliano para Christian Dior, su primera colección para la casa de modas francesa.

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Un guardarropa renovado

A pesar de ya no estar casada con el príncipe Carlos, Ladi Di continuó siendo muy relevante, especialmente por sus obras filantrópicas y las grandes marcas de moda reforzaron su nueva versión. Uno de los diseñadores que se encargaron del nuevo vestuario fue Gianni Versace, así como Dior, dando un renovado aire a una de las princesas más entrañables.