“Una vez más, una persona inocente ha sido declarada culpable con base a una histeria sin cuestionamiento, impensada, inconstitucional propagada por los medios”, dijo. “Esto es un linchamiento, no es justicia real. Esta tragedia debe resolverse no solo por Bill Cosby, sino por el país”.

Hace una semana, tras 14 horas de discusiones, un jurado de Pensilvania declaró al actor estadounidense Bill Cosby, de 80 años, culpable de drogar y agredir sexualmente a Andrea Constand, de 45, en enero de 2004.

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Camille Cosby, casada durante más de 50 años con el actor y madre de sus cinco hijos, pidió “una investigación penal del fiscal y sus secuaces”, denunció a la prensa por la “demonización despiadada” de su marido y “la aceptación sin reparos de las denuncias de las acusadoras”. También acusó a Constand de mentir bajo juramento en la corte.

El comediante corre el riesgo de ser sentenciado a un máximo de 30 años de cárcel. Un primer juicio celebrado el año pasado, pocos meses antes del surgimiento del movimiento #MeToo contra el abuso sexual, fue anulado luego de que el jurado fracasó en alcanzar un veredicto unánime tras 52 horas de deliberaciones.

El ícono de la televisión estadounidense, adorado por millones por su rol de afable padre de familia en el exitoso ‘The Cosby Show’ (1984-1992), anunció que apelará la condena. Está en arresto domiciliario tras pagar una fianza de un millón de dólares.

Unas 60 mujeres que en el pasado fueron aspirantes a actrices o modelos, acusaron a Cosby públicamente de abuso o agresión sexual, pero el actor solo fue juzgado por la agresión denunciada por Constand, ya que las demás habrían ocurrido hace demasiado tiempo y los supuestos delitos han prescrito.

La condena de Cosby enterró la carrera de un gigante de la cultura popular estadounidense del siglo XX, un hijo de una empleada doméstica que se convirtió en el primer actor negro en ocupar un rol protagónico en horario estelar en la pantalla chica en Estados Unidos, y el primer afroestadounidense en ganar un Emmy en 1966.

Con AFP