Su estilo único de vestir, maquillaje y peluquería evocaba una sensualidad inocente, lo que la hacía irresistible para muchos hombres. Aunque Monroe pasó la mayor parte de su carrera en Hollywood, también tuvo éxito en las revistas de moda y en las pasarelas. Su impacto en la cultura pop es evidente incluso hoy en día.
Siempre fue muy cuidadosa con su apariencia y se tomó el tiempo de crear un estilo único que la hiciera destacar: cabello teñido, maquillaje muy característico y ropa que resaltaba sus impresionantes atributos físicos.
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A menudo se la veía en vestidos de noche escotados, lo que realzaba su figura esbelta, y era aficionada a los trajes de baño ajustados, lo que la hacía ver aún más sensual.
Aunque su vida fue muy corta, dejó un legado que perdura hasta el día de hoy. Su estilo único de vestir sigue siendo muy popular entre las mujeres de todo el mundo y demostró que la sensualidad y la elegancia pueden ir de la mano.
De acuerdo con Forbes, estas fueron las lecciones sobre moda que dejó la icónica estrella.
“No a la delgadez extrema”
Tenía un cuerpo con curvas, lo cual era muy raro para la época. Sabía que su cuerpo era sexy y era consciente de su atractivo, lo que la hacía una mujer segura de sí misma y que sabía cómo llamar la atención.
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Aunque hoy en día se considera delgada, para la época en que vivió, sus tallas no eran de un cuerpo modelo ceñido a lo establecido por la industria del momento. Sus curvas y su feminidad eran algo innovador.
Un buen calzado es primordial
Monroe siempre llevaba tacones altos, pues sabía que la hacían parecer más alta, delgada y le daban una postura sensual. También le gustaban los zapatos de color rojo porque sabía que eran atrevidos y llamativos.
Caminaba de forma elegante y segura, y sabía cómo usar sus tacones para llamar la atención. Monroe supo que el calzado era una parte importante de su imagen y lo utilizó para su ventaja.
No es lo que usamos sino cómo lo usamos
La elegancia de Marilyn Monroe radica en su capacidad para combinar la simplicidad con la sensualidad. Sus vestidos eran a la vez elegantes y atractivos, y su belleza natural hacía que todo lo que llevaba puesto pareciera más atractivo.
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Demostró que la elegancia no tiene por qué ser complicada o cara, sino que se trata de encontrar el equilibrio perfecto entre lo simple y lo sofisticado; además de “creerse el cuento” y demostrar una seguridad natural.
La originalidad ante todo
Para ella, la ropa era una forma de expresión, y se esforzó por crear un ‘look’ que reflejara su personalidad, pues sabía que para llamar la atención, necesitaba originalidad. No se conformaba con los estándares de belleza de su época, y buscaba maneras de destacarse.
Monroe entendió que la originalidad es clave para destacarse. En un mundo en el que todo el mundo quiere ser igual, ella se esforzó por ser diferente y establecer sus propios estándares de belleza sin pretender encajar.
“Maquillaje equilibrado”
Sabía que esta era una herramienta poderosa para resaltar sus rasgos y lograba crear un look hermoso y natural. El portal Bazaar resalta tres trucos básicos del maquillaje. La ‘dewy skin’ le daba una apariencia saludable y luminosa dada por una textura jugosa y natural.
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Además, tenía una mirada “sensualmente somnolienta” que aunque es de apariencia sencilla tiene un proceso complejo detrás y, por último, unos labios carnosos con técnicas de diferentes tonos rojos para brindar profundidad.
*Este artículo fue creado con ayuda de Robby Perfiles una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista de Pulzo.
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