A través de sus historias de Instagram, este jueves, Lina Tejeiro les contó a sus seguidores que, pese a que ya había asistido en varias ocasiones a ese evento, ella quería ir precisamente en esa oportunidad.
“Yo no estaba nominada. No estaba en ninguna producción en ese momento. Yo solo quería ir a farandulear, rumbear, dar lora…”.
Logró conseguir las entradas, pero le falta lo más importante: el vestido para lucir durante la gala. Para la época, Lina apenas iniciaba su carrera artística y no contaba con los recursos económicos suficientes.
“Yo no tenía plata para alquilar vestido, yo quería que me lo prestaran. Efectivamente, conseguí que me lo prestaran. Nada más y nada menos que en Carolina Herrera”, aseguró.
Al tiempo, la famosa detalló que Herrera es una diseñadora de alta costura, exclusiva y de alto costo.
Le prestó un vestido largo color verde esmeralda y con escote, el cual lucía ese día Tejeiro y que mostró en su red social mientras contaba su historia.
“Yo me sentía divina. Maito Leal me maquilló, me puso espectacular. Yo parecía una nominada”, agregó.
“Me lo prestaron con la condición de que lo entregara impecable, nuevo, como si nada hubiera pasado, y yo me arriesgué […] si lo dañas lo pagas”, recordó.
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Lina se sentía como si fuera a ganar un premio. Cuenta que se robó las miradas y hasta fue exaltada por los medios como una de las mejores vestidas durante el evento. “Eso era lo quería”, aseguró.
Sin embargo, en medio de la emoción y las fotografías no se percató de que en la alfombra roja había pétalos de rosas y los estaba pisando; además, no cayó en cuenta de que el vestido le quedaba largo.
“Manché el vestido”, narró la actriz que, en su momento, pensó que en la lavandería tendrían la solución a su problema, pero “no se desmanchó. No tenía solución”. Así que decidió entregarlo como estaba en la exclusiva tienda de Carolina Herrera.
En el sitio, tres personas lo revisaron minuciosamente y encontraron la mancha. Le dijeron a Lina que debía pagarlo
“Lo tengo que pagar. Yo no tengo un solo peso. Yo estaba mal económicamente. Yo vivía arrancada. No tenía de dónde sacar para pagar un vestido, y ni si quiera sabía cuánto valía. ¿Adivinen? Me tocó pagar. Prácticamente me iba a quedar empeñada en Carolina Herrera, hasta que alguien me solucionara la vida. Si no estoy mal, le pedí prestado a Claudia Linero para pagar el vestido.
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