Así lo informó el abogado Gustavo Herrera, quien lleva la demanda que los artistas Gabriel Soto e Irina Baeva instauraron contra Laura Bozzo por daño moral, que dijo que pagar todo lo que debe es la única salida que le queda a la presentadora.

“Lo único que la puede salvar es que liquide los 14 millones (de pesos mexicanos, unos 2.600 millones de pesos colombianos) y le otorgue el perdón el SAT (Servicio de Administración Tributaria)”, afirmó el abogado, en entrevista que dio hace unos días en TVyNovelas.

Eso sí, Herrera advirtió que la suma se elevará si se tiene en cuenta que también debe pagar multas, intereses y actualizaciones, por lo que la cifra final sería de “entre 17 y 20 millones” ya que en este momento hay un proceso administrativo fiscal en marcha.

En cuanto a la negativa de Bozzo de haberse presentado ante la justicia cuando fue citada, pues al parecer le avisaron que posiblemente la iban a detener, el abogado aseguró a la revista que esta fue una mala decisión de la famosa, ya que ella había solicitado un juicio de amparo para que no la capturaran y debía pagar una fianza de 300.000 pesos mexicanos (unos 57 millones de pesos colombianos).

“Cuando el término medio aritmético de la pena excede de cinco años, no surte efecto la suspensión provisional porque es un delito grave, y aquí la penalidad es de tres a nueve años. Entonces, si se presentaba ante el juez de procedimientos penales federales de Almoloya, la iban a detener e ingresar” a una prisión, explicó Herrera.

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Esa sería la razón por la que Laura Bozzo decidió no asistir a la citación de la justicia mexicana, en agosto pasado, y darse a la fuga, aunque recientemente el programa ‘Chisme no like’ difundió unas fotos para alertar que presuntamente la vieron comiendo en un restaurante de Acapulco.

Eso, afirmó Herrera, “agrava su situación legal porque ella ahorita es una prófuga de la justicia”.

TVyNovelas vaticinó que la salvación de Bozzo para no ir a prisión es pagar cerca de un millón de dólares (unos 3.8000 millones de pesos), pues una amiga cercana de la presentadora aseguró, en Univisión, que “está sumergida en una depresión” y que tiene ataques de ansiedad.

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