Meghan Markle y el príncipe Harry son la pareja más polémica de la realeza británica. Desde su matrimonio en 2018, han tenido que sobrellevar la opinión pública al alejarse abruptamente de la Familia Real y protagonizar varios escándalos.

Al salir de Inglaterra, los duques de Sussex han realizado una serie de proyectos que les han dado aún más protagonismo, pues, han revelado detalles de cómo se vive en el interior de una de las familias más importantes del mundo.

Esto ha causado malestares en la realeza, ocasionando, incluso, que fuentes del palacio desmintiera varios detalles que habían contado. Además, esas mismas personas han informado a medios de comunicación el malestar que ocasiona la pareja en familia británica.

(Lea también: Príncipe Harry y Meghan Markle, desalojados de su casa en Reino Unido: el rey dio la orden)

A pesar de lo anterior, Meghan y Harry siguen viviendo con tranquilidad e incluso, con el pasar de los años, su hogar se ha acrecentado. La pareja, que vive en Estados Unidos, tiene dos hijos, Archie y Lilibet. Esta última, fue bautizada hace poco y ya se conocen varios detalles de la ceremonia.

La hija menor de Harry y Meghan fue bautizada

Lilibet Diana, fue bautizada en días pasados, así lo confirmó la revista People. El medio indicó que la ceremonia de la niña de 21 meses fue celebrada el pasado viernes en una pequeña reunión en su casa de Montecito, California.

Un portavoz de los duques le dijo: “Puedo confirmar que la princesa Lilibet Diana fue bautizada el viernes 3 de marzo por el arzobispo de Los Ángeles, el reverendo John Taylor”.

La misma fuente le dijo a People que Meghan y Harry invitaron al rey Carlos, la reina Camilla, el príncipe William y Kate Middleton, pero, ninguno de ellos asistió al evento.

(Vea también: “No fue tan genial”: famosa actriz reveló que no le gustó conocer a Meghan Markle)

El informativo dijo que había alrededor de 30 invitados, en los que estaba la madre de Meghan, Doria Ragland; el padrino de Lilibet, Tyler Perry; y una madrina no identificada.

Tras la ceremonia religiosa, todos habrían tenido una tarde para disfrutar de comida y baile. Además, habrían disfrutado de un concierto con un coro góspel en el que Perry era el protagonista.