Alejandra Azcárate sufrió por más de un año en silencio por las acusaciones que le cayeron a su pareja, Miguel Jaramillo, que se vio envuelto en el caso de una avioneta con cocaína que fue transportada a San Andrés y en la que presuntamente él figuraba como representante. El cargamento tenía más de 446 kilos de esta sustancia.

El episodio, que ocurrió en mayo de 2021, le ha cambiado la vida por completo, pues ella y su familia recibieron graves señalamientos por este caso, en el que demostraron su inocencia tiempo después; sin embargo, dicho escándalo produjo que la comediante cambiara su manera de relacionarse y hasta de llevar su profesión.

Precisamente, sobre este tema Azcárate volvió a hablar en sus redes sociales y lo hizo a través de la dinámica de interrogantes en Instagram, cuando un seguidor le consultó si había dejado de hablar con personas después del escándalo de la narcoavioneta.

“[Me preguntan] que si hubo gente que me dejó de hablar en medio de la farsa esa, el circo que montaron los medios de comunicación en torno a la avioneta satánica que se la achacaron a Miguel sin tener nada que ver, qué oso de verdad, qué vergüenza”, respondió inicialmente.

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Posteriormente, confirmó que ya no cuenta con las mismas relaciones sociales que tenía antes de aquel problema: “Sin entrar en detalles frente a ese episodio horroroso de mi vida que, afortunadamente ya lo superé, muy a pesar de mis detractores. No sé si me dejaron de hablar personas por eso, lo que sí sé es que yo dejé de hablarle a mucha gente, gente que no me quiero ni volver a cruzar, ni que me vuelvan a saludar”.


Finalmente, quiso mandarles un mensaje explicito a esas personas con los que tuvo inconvenientes en medio del escándalo de la avioneta: “Ustedes saben quiénes son, así que cuando me vean ni se arrimen, por favor, gracias. Son igual de falsos e hipócritas que ese pelo que me están pegando”.