Ana Bolena decidió darle paso al amor ocho años después de que se separó del actor Luis Eduardo Arango, con quien estuvo casada 15 años. Su nueva pareja es Randall Austin, un abogado de inmigración en Estados Unidos, que también es baterista aficionado y fue protagonista de comerciales de televisión.

La actriz —de producciones como ‘Mentiras perfectas’, ‘Tres caínes’, ‘Tres Milagros’ y ‘Los protegidos’— conoció a Randall mientras hacía un viaje por países de Europa, Asia y Sudamérica, y los presentaron en una llamada, contó Ana Bolena a Tv y Novelas, en su edición de octubre:

Nos presentaron por teléfono, luego entramos en contacto por Internet. Al principio fue complicado porque Randall es muy tímido. Desde el inicio me gustó que es espiritual, le gustan los signos, la numerología y me encanta que toque la batería porque yo soy roquera”.

Así transcurrió un tiempo hasta que un día decidieron verse en el aeropuerto de Miami y luego ir a comer a un restaurante, en el que les tocó comunicarse casi todo el tiempo con dibujos, pues Ana Bolena no habla muy bien inglés, añadió la actriz al medio:

Eso me enamoró: esa ternura, respeto y compresión. Los dibujos, que aún conservo, fueron determinantes para que a los tres minutos de estar sentada frente a él comprendiera que Randall era el hombre de mi vida. Ese día empezó un noviazgo que duró 8.640.000 segundos; es decir, cien días”.

A los tres días de ese encuentro, Randall ya le estaba pidiendo a Ana Bolena que se casaran, en una cena que él preparó en su casa:

Me invitó a una cena romántica en su casa, con vino rojo, champaña y velas. Se arrodilló frente a mí, al estilo antiguo, y me preguntó si quería ser su esposa, porque él llevaba 55 años esperándome. ¡Y solo llevábamos tres días juntos! Le respondí que a los tres minutos de haberlo conocido sabía que algún día sería su novia y hasta su esposa”.

A los tres meses y medio se realizó la boda que, según la revista, fue “de película” y rompió con tradiciones como la de que el hombre no puede ver a su pareja vestida de novia antes del matrimonio: “Él me ayudó a vestirme y yo a él”, relató la actriz.

El matrimonio fue en Luxor, un hotel de Las Vegas (Estados Unidos) en forma de pirámide egipcia, “que para Randall es símbolo de buena energía”. La pareja tuvo una fiesta solo para ellos, paseó en limusina por ‘La ciudad del pecado’, cenó en el último piso de la réplica de la torre Eiffel y estuvo siete días en diferentes hoteles de Las Vegas, como en una especie de luna de miel.

Actualmente, Ana Bolena y Randall viven en Parkland (Florida), donde la actriz decidió tomarse un año sabático “para organizar mi vida en Miami y dedicarle tiempo completo a mi matrimonio”, dijo. También para planear su segunda boda, que será por lo católico, en Miami (Estados Unidos) o Cartagena (Colombia), y que en esta ocasión sí tendrá varios familiares y amigos invitados, puntualizó la publicación.