Durante algunos años, la duración del evento fue objeto de recurrentes críticas, sobre todo centradas en el papel de los presentadores y el tiempo que dedicaban a sus apariciones y comentarios.

Al tomar la decisión de prescindir de un solo ‘host’ designado en la edición 91 de la gala, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas vio la oportunidad de comenzar a acortar su duración. Sin embargo, esto no parecía suficiente, por lo que en el transcurso de la semana anunció que cuatro galardones no serían mostrados al aire en la transmisión oficial.

Los premios a mejor fotografía, edición, cortometraje y maquillaje eran los que quedaban marginados de la ceremonia de este año.

Esto generó malestar en la comunidad cinematográfica, pero a tal punto que apenas unos días después, la organización tuvo que reversar la decisión y anunciar que sí se verá la entrega de todas las categorías, incluyendo las que inicialmente quedaban fuera del orden del día.

La entrega de los premios no incluidos se iba a realizar durante las pausas comerciales de las transmisiones televisivas.