El exdirector del Dane fue el primero en lanzarse al ruedo por la Alcaldía de Bogotá. Mientras que los partidos tradicionales analizaban un candidato, él ya estaba recogiendo firmas para candidatizarse.
De Oviedo se sabía poco (más allá de su dirección en el Dane), pero de arranque ya cargaba con un lastre: siempre había trabajado en gobiernos alineados hacia la derecha política.
(Vea también: Juan D. Oviedo lanzó dardo a la Alcaldía y dijo que la seguridad no es solo la Policía).
“Aunque se lanzó por firmas, cuenta con el apoyo de candidatos del uribismo, el grupo político que le ha dado oportunidades laborales en cargos técnicos”, dijo en su momento un perfil de La Silla Vacía.
Rápidamente, Oviedo se encargó de que sus acciones y sus palabras hablaran por él. Muchos que lo tildaban por una ideología política vieron cómo sus únicas herramientas eran los conocimientos técnicos, interesantes y centrados.
Otra de las características de Oviedo, de acuerdo con el citado medio, es su capacidad de gerencia. Evidentemente, su mayor carta de presentación era liderar al Dane durante el gobierno de Iván Duque.
“Oviedo tiene una visión estratégica que comparte con el equipo, pero es un microgerente, que está encima de los detalles. Es estricto y lidera con el ejemplo de un trabajo disciplinado y sin descanso”, apuntó ese portal.
Evidentemente, esas características fueron las predominantes durante su campaña, en la cual intentó ser el único candidato que no llevara los temas personales (o los insultos) a los debates con los otros candidatos.
Juan Daniel Oviedo y su pecado: no ser político
La Silla Vacía resaltó que una de las grandes fallas de Oviedo era paradójicamente no tener experticia en lo tradicional de una campaña y del relacionamiento político.
“Su debilidad es que no tiene experiencia política, cosa que sería necesaria en sus relaciones con el Concejo y con el Gobierno Nacional”, apuntó ese medio en su momento.
Pese a desligarse de la derecha política, su entrañable amistad con una exsenadora del Centro Democrático también le pasó factura ante los votantes más radicales de la izquierda en Bogotá.
“María del Rosario Guerra es como mi mamá, pero uno no piensa como la mamá; uno no hace lo mismo que ella. Yo tengo mi visión de ciudad, tengo mis herramientas y mis prioridades”, sentenció en diálogo con CNN.
Oviedo quedó segundo en las elecciones, obteniendo 614.000 votos. El exdirector del Dane sacó menos de la mitad de los votos del ganador, Carlos Fernando Galán, y ahora será concejal de la ciudad.
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