La salida de Íngrid Betancourt, el sábado pasado, de la Coalición Centro Esperanza debido a sus diferencias con Alejandro Gaviria porque este recibió el apoyo de políticos como Germán Barón tuvo un efecto colateral: ella se llevó también los avales que su partido, Verde Oxígeno, les había dado a Sergio Fajardo y Carlos Amaya.

Eso, pese a que, como explicó el experto en asuntos electorales Alfonso Portela en Semana, la ley 1475 de 2011 “no permite que los partidos políticos sean manejados por sus representantes legales como feudos propios”. Para Portela, los partidos les pertenecen a sus afiliados y simpatizantes, y Betancourt, incluso, “podría hacerse acreedora a sanciones del Consejo Nacional Electoral si pretende desconocer derechos otorgados a los candidatos”.

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En todo caso, al otro día de que ella anunciara su retiro de la Coalición Centro Esperanza, Fajardo desestimó el retiro del aval del partido de Betancourt. “Yo no he recibido todavía ningún aval; yo no me he inscrito en ninguna parte” con miras a las elecciones presidenciales de mayo próximo, dijo a El Tiempo. “Pero el aval no es el problema. Los problemas que tiene el país son muy grandes. El aval es problema sencillo, de mecánica, que no va a ser trascendental dentro de todo esto y se resuelve fácilmente”.

“La situación en que ella [Betancourt] plantea las cosas no tiene sentido”, dijo en otro momento el exgobernador de Antioquia al diario. “Yo se lo dije personalmente a ella; se lo he dicho en varias oportunidades: así no se tramita una diferencia: uno no le puede estar poniendo ultimátum en público a un grupo de compañeros. Yo puedo entender el malestar de ella, yo puedo hacer un esfuerzo para entender qué es lo que la mortifica. Pero con ultimátum, pues se desfigura ella y no es correcto con una coalición”.

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Amaya, por su parte, escribió en Twitter que lamentaba y entendía la decisión de Betancourt, pero que seguía el camino de la coalición en la que también están Juan Manuel Galán, Jorge Enrique Robledo, Humberto de la Calle, Juan Fernando Cristo y Alejandro Gaviria, un proyecto del que Amaya dijo que es “de unidad en el que creemos y hemos construido con mucho esfuerzo”.

En las últimas horas se conocieron las declaraciones de Berenice Bedoya, presidenta del partido Alianza Social Independiente (ASI), que ofreció dar el aval a Fajardo y a Amaya, pese a que esa colectividad política ya se lo entregó a Juan Fernando Cristo. Eso lo puede hacer porque el Consejo Nacional Electoral (CNE) permitió que los partidos puedan entregar más de un aval.

La ASI hace parte de la coalición desde agosto y estamos seguros que los candidatos presidenciales en las reuniones que han tenido esta semana van a tomar la mejor decisión”, dijo Bedoya en Caracol Radio. “La ASI siempre estará atenta a trabajar en equipo si la responsabilidad es avalar a los candidatos que se quedaron sin aval, pues ahí estamos para seguir construyendo el equipo y poder construir el país que todos soñamos”.

El movimiento Dignidad, de Jorge Enrique Robledo, también abrió la puerta para entregar esos avales, aunque solo se refirió expresamente a Amaya: “Yo espero que particularmente en el caso de Carlos Amaya, que ha expresado su interés en esto, pues termine estando avalado por Dignidad. Podría darse avales a otros, pero eso depende de los deseos”, dijo Robledo en Noticias Caracol.