¿La reforma tributaria podría hacer desaparecer las tiendas del país?

Según la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) esto sí es posible, e incluso calculan que se perdería cerca del 52% de estos negocios de barrio, equivalentes a unos 250.000 puntos de venta.

La alerta se centra puntualmente en la propuesta de la reforma tributaria de aplicar los llamados impuestos saludables, que pretenden gravar las bebidas azucaradas y productos ultraprocesados, según su contenido de azúcar.

Por ejemplo, una Coca Cola personal pasaría de $2.400 a $2.650, un alza del 10,4%.

Para los ultraprocesados, el alza sería similar. Un ‘De todito’ de 45 gramos, por ejemplo, que actualmente cuesta $2.500 quedaría en $2.750 y unas Salchichas Mac Pollo de 500 gramos, de $8.300 a $9.131. La medida busca recaudar $2,11 billones en el 2023. $1,09 billones corresponderían a los productos ultraprocesados y $1,02 billones a las bebidas.

(Le puede interesar: Se viene un nuevo subsidio en Colombia: lo lanzaría Petro con urgencia en próximos días)

Otra alternativa

De acuerdo con Juan José Silva, presidente de Fenalco en Caldas, la estimación es que de 4.000 negocios en la región, desaparezcan 2.000, el 50%. Solo en Manizales hay alrededor de 2.000 tiendas, por lo que la mitad se acabaría.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que las tiendas de barrio capturan cerca del 48% de todo el mercado de la canasta familiar en las grandes ciudades y en pequeñas poblaciones su participación asciende al 62%, según datos de Fenalco.

El problema, dice el gremio, es que los tenderos no se han recuperado de la pandemia y por ende, esos impuestos no son convenientes. “Aunque tienen un buen espíritu para ayudar a mejorar la salud, no se debe imponer con tributos, sino por medio de una política pública y pedagogía de alimentación más sana”, sostuvo Silva.

Su temor es que las ventas de estos productos se frenen y de paso el margen de ganancia de los pequeños comerciantes, ya que el 80% de estos sale a través de las tiendas de barrio.

Poco impacto con las gaseosas

En medio de la preocupación, varios tenderos consultados por LA PATRIA consideraron que se trata de otra coyuntura a la que habría que buscarle una salida, pues no es la primera vez que se enfrentan a este tipo de problemas. Además, reconocen que las ganancias de las gaseosas, por ejemplo, son pocas.

Wilson González Rojas, es propietario de Fruticaldas, tienda donde se encuentra desde lo básico, hasta frutas y verduras. El comerciante asegura que los impuestos saludables sí lo afectarán, sin embargo también resalta que no vende muchas bebidas azucaradas. “A una gaseosa personal de $2.500 le gano un 20%, que equivalen a $500”.

José Darío Castaño, quien es tendero hace 23 años en el barrio Sáenz de Manizalez, sostiene que sus ganancias no dependen mucho de las bebidas azucaradas, ya que no es mucha la liquidez que generan, pues una parte se la come la refrigeración. “Hay días en que no se vende una sola gaseosa y producto que se quede más de un mes en la nevera ya empieza a dar pérdida”, explicó.

(Vea también: Subir el salario mínimo no es tan fácil: empleo formal estaría en riesgo con incremento)

Lo bueno

En el caso de los ultraprocesados sí habría un impacto mayor, como por ejemplo en los embutidos, ya que la carne de res está costosa, por lo que las personas de menos recursos buscan las salchichas y enlatados.

Alonso Palacio, un tendero del barrio Las Américas de Manizales, asegura que las personas que más consumen estos productos son de estratos bajos. “Estas tiendas se sostienen de estas personas, y por eso no deberían subir nada de eso”, sugiere.

Iván Castaño, quien tiene una tienda de autoservicio en barrio San Jorge (Manizales) con el que sostiene su hogar y le da empleo a una persona, reconoce que sería algo bueno, ya que las gaseosas contienen altas cantidades de azúcar que afectan la salud.

José Darío Castaño, piensa similar, pues cree que no le afectará tanto ya que al final el consumidor es quien termina absorbiendo el aumento y si le gusta tanto, al final lo seguirá comprando.

“Las tiendas enfrentan dificultades desde hace tiempo y en nuestro caso bajaron hasta en un 30%, por cuenta de la competencia que representan las cadenas de supermercados que se ubican en los barrios, eso es peor”.

Según ellos, el problema es que los pequeños establecimientos no pueden competir con los precios de esos supermercados, ya que los mayoristas surten a esas firmas a un mejor valor del que les ofrecen a ellos.

Lee También

Las estrategias

¿Y qué hacer si se imponen los impuestos saludables?. Según los consultados, las opción sería surtir las vitrinas con otros productos similares para brindar más opciones a los clientes a un mejor precio. Además, el arroz, el aceite, el azúcar y demás alimentos seguirían intactos, sin impuestos, y estos pesan más del 50% en sus ventas.

Iván Castaño dice que en su negocio vende mucha gaseosa porque a mucha gente le da pereza preparar jugo. “Pero empezaría a ofrecer pulpa de fruta para brindarles a los clientes una mejor alternativa ante los altos costos de las gaseosas, que además subieron entre $500 y $700 en el último mes”.

En otros negocios, como el de Enrique Osorio, en el barrio Las Américas, ya se vende una libra de pulpa a $2.000 y aseguró que la despacha más rápido que las bebidas azucaradas.

Aunque sería otro reto para los negocios de barrio, los tenderos dicen que no se acabarán tan fácilmente, pues entre los secretos para mantenerse se incluyen las ventas “de a poquitos”, ante la cantidad de presentaciones pequeñas que ofrecen, la cercanía con los vecinos y hasta el fiado, motivo por el cual ni la pandemia pudo sacarlos del mercado.

Por la cantidad de azúcar

El impuesto gravará según el azúcar. Por ejemplo, las bebidas que tengan menos de 4 gramos de azúcar en 100 mililitros no pagarán nada. Las que tengan entre 4 y 7 gramos de azúcar cancelarán $18 por cada 100 mililitros, y las que superen esa cantidad tendrán que cumplir con una tarifa de $35 por cada 100 mililitros. Esto aplicará para bebidas a base de fruta, zumos, mezclas en polvo, energizantes, saborizadas, gaseosas y maltas, entre otras.

El documento propone un impuestos del 10% sobre los productos ultraprocesados con altas concentraciones de azúcar y edulcorantes, como embutidos y productos similares a la carne, papas fritas, patacones, chicharrones, snacks, paquetes, galletas dulces, barquillos, obleas, bizcochos, merengues, helados, chocorramos, entre otros productos.

En cifras

* En Colombia hay 450.000 tiendas de barrio.

* Generan cerca de 1.750.500 empleos.

* Estos negocios venden en promedio $305.758 al día.

* La edad del tendero promedio es 43 años.

* El 52% de las tiendas son administradas por mujeres.

* El 95,7% de esos negocios se ubican en estratos 1, 2 y 3: 40,85%; 41,68%; y 13,22% respectivamente.

¿Desaparecerán?

De acuerdo con el grupo Bit Business Analytics, a principios de los años 90, algunos expertos sostenían que era el fin de las tiendas de barrio en Colombia ante la llegada de las grandes cadenas de supermercados y no fue así. “Incluso con la llegada de formatos como D1, Justo y Bueno, Ara o Pricesmart, las tiendas tienen un gran nicho”.